Una alternativa terapéutica para la discapacidad visual

La Cátedra de Investigación en Retinosis Pigmentaria “Bidons Egara” de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche lleva diez años trabajando en la investigación de esta patología degenerativa de la retina, que afecta a unas 25.000 personas en España. Junto al Grupo de Investigación de Neuroingeniería Biomédica de la UMH y la colaboración de la ONCE, ha iniciado un nuevo proyecto, en el que pretenden desarrollar una neuroprótesis visual que pueda ayudar a personas ciegas o con graves discapacidades visuales a mejorar su movilidad. Tras una década de trabajo, la Cátedra Bidons Egara ha obtenido el Premio Cátedras UMH en la categoría Cátedras de Empresa y Mecenazgo, en el marco de la X edición de los Premios Consejo Social UMH.

Los galardones premian la labor de innovación, investigación y el esfuerzo dedicado al beneficio de la sociedad. El número estimado de personas que sufren alguna discapacidad visual en el mundo es de casi 300 millones, según la Organización Mundial de la Salud. Desde la Cátedra trabajan con patologías en las que existe una mayor o menor afectación de las células de la retina y/o del nervio óptico. Enfermedades que provocan deficiencias visuales e incluso ceguera y para las que no existe un tratamiento eficaz. “Un nuevo sistema dirigido a interaccionar con la parte del cerebro que procesa la visión podría ser de gran utilidad, ayudaría a mejorar la calidad de vida y la autonomía de estas personas”, asegura el director de la Cátedra y del grupo de investigación, Eduardo Fernández.  Lo que sería una buena alternativa terapéutica.

El proyecto parte de los resultados obtenidos en las investigaciones del Grupo y la Cátedra de la UMH. Con la ayuda de la ONCE, los investigadores avanzan en el diseño y desarrollo de un nuevo y pequeño sistema de visión artificial, de 4×4 mm. La Neuroprótesis Visual se basa en microelectrodos que se implantan en la parte del cerebro que se encarga de procesar la información visual. “Nuestro principal objetivo es ayudar a personas ciegas en tareas como la orientación, la movilidad, lectura de caracteres grandes, etc. Para muchas de estas persona no existen tratamientos o dispositivos de ayuda útiles”, explica el director de la Cátedra y del Grupo de la UMH.

La ONCE cumple así su misión social, que consiste en favorecer la autonomía personal, la plena inclusión social y la igualdad de oportunidades de sus afiliados. A través de la participación en este proyecto, fomenta su compromiso por impulsar el I+D+i en materia de ceguera y discapacidad visual. “Con su ayuda, realizamos estudios para comprender mejor la adaptación a la pérdida de visión que tiene lugar en el cerebro de las personas ciegas y desarrollamos metodologías, que pueden ser utilizadas para la evaluación de posibles candidatos a este tipo de neuroprótesis visual”, explica Eduardo Fernández.

El proyecto, que tendrá una duración de tres años, plantea objetivos a medio/largo plazo, por lo que avanza poco a poco. “Somos conscientes de los retos que representa esta línea de trabajo, pero los resultados previos son esperanzadores y nos animan a seguir en el desarrollo de una tecnología que pueda culminar en una alternativa clínica útil, capaz de ayudar a personas con importantes deficiencias visuales”, asegura el director del estudio, Eduardo Fernández.

 

MCarmen Alabort

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