¿Por qué nos molesta tanto una mota en el ojo?
Cuando una mota de polvo o una pestaña entra en uno de nuestros ojos sentimos un malestar inmediato hasta el punto de hacernos creer que el tamaño de la partícula invasora es superior al que en realidad tiene.
La profesora de Fisiología de la UMH María del Carmen Acosta explica que no es casualidad que las sensaciones, como la sequedad, la irritación o la quemazón que podemos sentir desde la superficie del ojo sean desagradables. Esto se produce debido a que la córnea, es decir, la parte transparente de nuestra superficie ocular, es el tejido con mayor densidad de receptores del organismo. Con una intensidad de estímulo muy pequeña, como el caso de la mota de polvo, la sensación de malestar es muy elevada. Además, la gran mayoría de receptores que podemos encontrar dándole sensibilidad a la córnea evocan irritación y dolor al ser del tipo nociceptor.
En definitiva, se trata de un mecanismo de defensa para mantener protegido a un órgano tan valioso que nos permite la visión ya que la estimulación de la superficie ocular produce el cierre reflejo de los párpados y el aumento de la lagrimación, ambos mecanismos protectores.