Los árboles estresados producen granadas que duran más

¿Alguna vez te has preguntado cómo conservar las granadas para que duren más?

Estresar ligeramente el árbol de la granada de forma ecológica para producir una fruta con un mayor contenido en compuestos antioxidantes, más saludables para el organismo y con una mayor vida comercial porque se alarga unos 15 días las condiciones óptimas de consumo. Éste ha sido el logro del Grupo de Investigación de Post-recolección de Frutas y Hortalizas del Centro de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental de la Universidad Miguel Hernández de Elche (CIAGRO-UMH), del campus de Orihuela-Desamparados.

Financiados con un proyecto público de I+D+i de ámbito nacional y liderados por los investigadores Daniel Valero y María Serrano, se ha logrado optimizar la técnica de inducir una respuesta de defensa de las plantas mediante la aplicación de sustancias naturales a los granados, es decir, de provocar una situación de ligero estrés para generar un mejor fruto por la mayor presencia de antioxidantes.

El investigador Juan Miguel Valverde es miembro del grupo de Investigación de Post-recolección de Frutas y Hortalizas del Centro de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental de la Universidad Miguel Hernández de Elche (CIAGRO-UMH) en un proyecto en el que se ha optimizado la técnica para provocar una situación de ligero estrés en el árbol para generar un mejor fruto con mayor presencia de antioxidantes y más resistentes a la pérdida de calidad durante el almacenamiento, distribución y venta. EFE/Morell

El investigador Juan Miguel Valverde ha explicado a Efe que esta situación de estrés es similar a la que generan los árboles de forma natural como respuesta defensiva al ataque de plagas, consiguiendo por ejemplo cicatrizar heridas más rápidamente y evitando el desarrollo de podredumbres.

Simulando este modo de acción, los investigadores del CIAGRO-UMH han aplicado mediante pulverización a los granados estas sustancias naturales en unas combinaciones precisas y en momentos de desarrollo del fruto determinados.

La respuesta del árbol a estas aplicaciones es un ligero estrés que produce una mayor acumulación de antioxidantes en las granadas, lo que las convierte en más saludables para el consumidor y más resistentes a la pérdida de calidad durante su almacenamiento, distribución y venta.

Otro de los aspectos estudiados en la granada es la optimización de su conservación frigorífica tras la recolección puesto que estos frutos deben almacenarse a una temperatura alrededor de 10 grados centígrados y no es posible a menos porque se desarrollarían unos desajustes fisiológicos denominados “daños por frío”.

El grupo de Investigación de Post-recolección de Frutas y Hortalizas del Centro de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental de la Universidad Miguel Hernández de Elche (CIAGRO-UMH) trabajan en un proyecto en el que se ha optimizado la técnica para provocar una situación de ligero estrés en el árbol para generar un mejor fruto con mayor presencia de antioxidantes y más resistentes a la pérdida de calidad durante el almacenamiento, distribución y venta. EFE/Morell

La granada ‘Mollar de Elche’, la más consumida y apreciada en España por su excelente calidad, se puede conservar en relativas buenas condiciones para su consumo entre 45 y 60 días, y con las técnicas desarrolladas por este grupo de investigación del CIAGRO-UMH se puede aumentar otros 21 ó 30 días adicionales.

“La ventaja de aumentar la vida útil es que se puede disponer de esta fruta por más tiempo a la venta, consiguiendo una ventaja competitiva para el distribuidor, así como una mayor conservación para el consumidor lo que significa fruta saludable durante más tiempo y menor desperdicio alimentario”, según Valverde.

En las instalaciones del CIAGRO-UMH se dispone de un banco de germoplasma de granados y parcelas experimentales para el desarrollo de estos estudios.

EFE/Morell

España es el sexto productor mundial de granadas, que se cosechan entre septiembre y octubre. Tres de cada cuatro se recogen en explotaciones agrícolas de Elche, Crevillent y Albatera (Alicante), que suman alrededor de 50.000 toneladas anuales, muchas de ellas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Granada Mollar de Elche.

Antonio Martín / EFE

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