Guirra, la oveja roja valenciana
Al amanecer, los barbechos y yelmos de la localidad de Tibi se confunden con el color rojo de la raza ovina Guirra. La balada asustadiza y estridente de los corderos hace que el rebaño se arremoline ante el peligro humano. Su lana recubierta de abundante suarda le confiere cierta untuosidad que le diferencia del resto. Esta oveja autóctona que anteriormente ocupaba buena parte de las montañas valencianas, está en la actualidad condenada a la desaparición.
La jornada de Isidro Carbonell comienza con los primeros rayos de sol. El pastor de Tibi acude cada mañana a su corral para empezar su tarea cotidiana con el rebaño guirro. Los problemas con los que se enfrenta a diario no son un impedimento para que desarrolle su labor con optimismo. Isidro, más conocido como “Txirro”, expresa que optó por esta raza debido a que es autóctona y es la mejor adaptada al medio en el que vive.
El criador manifiesta que una de las desventajas que tiene la carne de cordero es su color oscuro. Esta característica provoca el rechazo del consumidor puesto que otras carnes son de apariencia más blanca. El pastor critica la falta de promoción del producto por parte de las instituciones y considera que es uno de los factores principales de la reducción de la cabaña ganadera.
Anguirra
Anguirra es la Asociación Nacional de Criadores de Raza Guirra, cuya función principal es conservar los ejemplares existentes y difundir sus características más destacables. Elvira Chorques Pareja, secretaria y veterinaria de la asociación, informa de que el censo actual estimado es de 4.500 hembras y 200 machos con un alto nivel de pureza. Según explica la veterinaria, una de las circunstancias que ha provocado el descenso de la oveja Guirra es, sobre todo, la edad de los pastores. También admite que la competitividad con otras razas ha desplazado a la oveja valenciana a un segundo lugar. Además, manifiesta que razas de comunidades cercanas son mejoradas genéticamente, mientras que la Guirra no es modificada de forma artificial.
La secretaria denuncia la demora de más de 3 años, por parte de la Generalitat, en los pagos de las subvenciones, que frenan los programas de conservación de la raza autóctona. Desde 1990 la Consellería de Agricultura, Pesca y Alimentación tiene establecidas medidas de apoyo y protección para la raza ovina Guirra. Las ayudas consisten en 25 euros por cordera y 90 euros por macho, con la condición de mantenerlos en la explotación durante 5 años.
Elvira Chorques confirma que con el tiempo se ha comprobado que estas medidas son insuficientes, ya que el número de ejemplares no ha aumentado, sino que ha tendido a disminuir. “Muchos criadores se han jubilado y sus rebaños han sido absorbidos por otras razas”, asevera la veterinaria.
Productos lácteos
A pesar de lo que afirma Elvira Chorques, la Granja los Corrales es una empresa de emprendedores jóvenes, dedicada a la elaboración de productos con la leche de la raza Guirra. Ángel Valeriano, propietario de la explotación, manifiesta que uno de los motivos por los que ha estado a punto de desparecer la especie ha sido por la mercantilización de la alimentación y de la vida en general. Además, revela que no es tan rentable en términos económicos como otras razas.
Para el dueño de la explotación su gran aptitud para el manejo en extensivo no le aporta ningún beneficio. Durante muchos años, los mercados han convencido a los ganaderos de que había que optar por la ganadería intensiva, alimentando a las reses con piensos de la otra parte del mundo. “Un planteamiento absurdo que ya estamos pagando y que pagaremos mucho más”, se lamenta el granjero.
Ángel Valeriano afirma que el motivo por el que se animaron a hacer el queso de oveja Guirra, fue su deseo de trabajar con animales autóctonos, y considera que las características de la leche constituyen un reto para cualquier quesero. Asimismo, afirma que siente la obligación de contribuir a que no se pierda una raza tan adaptada al territorio valenciano, para que nuestros descendientes retomen y aprovechen el potencial de estos animales.
Valeriano revela que la gente local está cada vez más sensibilizada con la necesidad de proteger lo que ha costado seleccionar durante tantos siglos. El granjero critica la actitud de los políticos valencianos que dan la espalda a la agricultura y a la ganadería. Según el ganadero, el futuro pasa por un buen plan de comercialización de los productos de la oveja, y una mayor implicación de las instituciones en la concienciación de los consumidores.
Javier Iturria
Estudiante de Periodismo