Cómo se mide la calidad del aire que respiramos
El Laboratorio de Contaminación Atmosférica de la Universidad Miguel Hernández (LCA-UMH) ha iniciado la primera campaña de este año de medidas de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico (O3) en Elche. Este estudio forma parte del convenio con el Ayuntamiento para evaluar la calidad del aire que respiramos. Los investigadores de la UMH instalarán hoy 51 dispositivos dobles en el casco urbano y los alrededores de Elche para medir la concentración de estos gases, lo que permitirá identificar las zonas más contaminadas de la ciudad.
Los dispositivos de muestreo empleados por el LCA-UMH serán captadores pasivos. Se colocarán en farolas y postes cerca de espiras de control del tráfico que el Ayuntamiento de Elche utiliza para saber cuántos coches circulan por un determinado punto de las vías urbanas de la ciudad. A través de los captadores se evalúan las concentraciones de dióxido de nitrógeno y ozono presentes en el aire. De esta manera, se podrán asociar la concentración de gases contaminantes con el tráfico de vehículos y establecer la relación de ambos con el entramado urbano. Para comparar estas medidas con los resultados de anteriores campañas, los dispositivos se colocan en los mismos emplazamientos.
Este estudio permitirá comprobar por primera vez cómo ha variado la situación respecto a la peatonalización de la Corredora y la Plaça de Baix en el centro de la ciudad. En anteriores campañas de medida realizadas en la misma época del año, los valores de NO2 en estos puntos se encontraban entre los 30 y los 35 microgramos por metro cúbico (μg/m3); el O3, alrededor de los 35 μg/m3. El NO2 se genera en la combustión de carburantes fósiles, afecta a la salud de las personas y contribuye al cambio climático, por lo que su medida se utiliza como indicador de la calidad del aire en ciudades. La Organización Mundial de la Salud ha establecido el valor guía para proteger al público de los efectos negativos del NO2 en 40 μg/m3 de media anual. Por otra parte, el ozono troposférico se produce cuando los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles derivados de la quema de combustible reaccionan mediante procesos fotoquímicos a la luz del sol. El O3 tiene efectos nocivos en la salud humana y animal, en particular en los sistemas cardiovascular y respiratorio, así como en el medio ambiente. El umbral de alerta para el O3 son los 120 μg/m3.
Después de una semana, los captadores se llevarán al laboratorio de la UMH donde se realizarán los análisis químicos que permitirán obtener las concentraciones de NO2 y O3. Los investigadores plasmarán los datos obtenidos en mapas de distribución donde se puedan apreciar las zonas con mayor concentración de gases contaminantes.
El investigador del Laboratorio de Contaminación Atmosférica Javier Crespo Mira es el responsable de los trabajos, llevados a cabo dentro del Convenio sobre calidad del aire urbano (AIR-ELX), suscrito entre la UMH y el Ayuntamiento de Elche. Ambas entidades financian esta iniciativa para evaluar la calidad del aire urbano, una herramienta clave para la gestión medioambiental que el Ayuntamiento enmarca en su plan estratégico Elx 2030 para hacer del municipio una “Ciudad Verde”.
(Vídeo) Anteriores campañas para medir la calidad del aire del LCA: