Transgénicos a debate en la jornada “Ciencia con tapas” del IBMC
Los transgénicos protagonizaron la jornada “Ciencia con tapas” que el Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche organizó ayer en Fnac Alicante. La actividad contó con la colaboración del investigador del Instituto de Bioingeniería de la UMH José Luis Micol y con la investigadora del IBMC Amparo Estepa. Los expertos acercaron a los asistentes conceptos básicos para entender qué es un organismo modificado genéticamente y cómo se utilizan en la actualidad. Mientras degustaban unas tapas, estudiantes de ciencias y público interesado pudieron participar en el debate.
Amparo Estepa introdujo conceptos como las propiedades de una molécula de DNA, su ubicación y la información que contiene. La experta señaló que la biotecnología permite realizar una modificación genética de la información a través del proceso conocido como transgenia. “Como todo en ciencia, nada es bueno o malo, todo depende del uso que le demos”, subrayó la profesora.
[clear]Un gen es un segmento de ADN que contiene información para ejecutar una función biológica y un cromosoma humano está compuesto por varios genes. Para conseguir un transgénico, se toma un segmento de ADN de un individuo de una especie y se transfiere a otra distinta. José Luis Micol explicó que la mayoría de transgénicos son productos artificiales obtenidos a través de ingeniería genética. En este sentido, el investigador enfatizó que ni lo natural es bueno por el hecho de serlo, ni lo artificial malo por la misma razón.
¿Son los transgénicos necesarios para la investigación científica? Para el experto en genética, la respuesta es afirmativa: “Son una herramienta esencial para comprender el funcionamiento de los genes”. Uno de los ámbitos donde cuentan con más presencia es la salud. Siete de los diez fármacos más vendidos, para enfermedades como el cáncer de mama, la artritis reumatoide o la diabetes, son transgénicos.
Para la mayoría de los investigadores, los resultados obtenidos hasta el momento permiten afirmar que el proceso de transgénesis ofrece múltiples aplicaciones positivas para avanzar en investigación.
Belén Pardos