La creencia de que la leche sienta mal no es universalmente cierta. Sí hay personas intolerantes o alérgicas a la lactosa, por lo que es importante distinguir entre ambas afecciones.
La cantidad y variedad de información disponible online es tal que se puede encontrar respaldo para cualquier hipótesis. Estos son algunos consejos para diferenciar las buenas fuentes de la información no fiable.