¿Qué es el efecto Mandela? ¿Cuáles son sus causas?

Antes de empezar, juguemos un juego para entender el Efecto Mandela:

Si has tenido, por lo menos, una respuesta errónea, entonces has sido víctima de este curioso fenómeno psicológico que se basa en la formación de recuerdos falsos. 

“El efecto Mandela tiene que ver con el estudio del fenómeno de los falsos recuerdos”, explica el profesor del área de Psicología Social de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Carlos Enrique Falces Delgado. “Hablamos de esto cuando un amplio grupo de personas muestra recuerdos distorsionados y uniformes de acontecimientos, objetos, imágenes, personajes públicos, etc.”, comenta Falces.

Origen y popularidad del efecto Mandela

Efecto Mandela orígen
Nelson Mandela (1918-2013)

Nelsón Mandela fue el presidente de Sudáfrica desde 1994 hasta 1999. Durante su carrera política, en 1962, se le acusó de conspiración y fue sentenciado a cadena perpetua hasta que, en 1990, fue excarcelado, gracias a los cambios políticos que estaban sucediendo en el país. 

Ahora bien, cuando se anunció su fallecimiento en 2013, surgió el pensamiento, o recuerdo falso colectivo, de que el exmandatario había muerto en la cárcel durante la década de 1980. 

“El nombre de este fenómeno se lo dio Fiona Broome, una mujer interesada por los fenómenos paranormales, que se sorprendió al ver en televisión el funeral de Nelson Mandela porque recordaba que él había muerto en la cárcel en los años 80”. Explica el profesor Falces y continúa: “al compartir este recuerdo en redes sociales, aparecieron muchas otras personas que pensaban igual”. 

Ahora bien, el profesor explica que “la investigación sobre las distorsiones de la memoria es casi tan antigua como la psicología” y pone como ejemplo los trabajos de la psicóloga Elizabeth Loftus sobre la implantación de falsas memorias; pero afirma que “lo que ha hecho que el nombre de este efecto se haya popularizado es que personas que nunca han estado en contacto unas con otras puedan recordar una misma vivencia falsa”.

“Cuando recordamos algo, recreamos una experiencia guiada por unos esquemas que se encargan de completar la información del recuerdo en el cerebro”, explica el profesor de Psicología Social de la UMH Carlos Falces Delgado. 

La relación del efecto Mandela con la memoria

Se suele pensar en los recuerdos como documentos guardados en un archivo dentro del cerebro, pero los recuerdos en sí no se recuperan, sino que se reconstruyen, como si fueran un puzzle.  Por otra parte, la formación de la memoria es un tema de debate para la psicología y para la neurociencia, por la cantidad de puntos de vista en la que se puede analizar. 

“La formación de los recuerdos se puede analizar desde los procesos moleculares y bioquímicos que intervienen en la creación de una huella de memoria en nuestro cerebro”, explica Falces, quien añade: “también, se puede analizar desde los procesos sociales que explican cómo recuerda el ser humano, como la existencia de registros o bibliotecas creadas por nuestro cerebro para poder recordar”. 

Falces explica también que, a nivel cognitivo, existen unos marcos generados por el aprendizaje previo llamados ‘esquemas’. “Estos esquemas hacen que nuestras experiencias no tengan necesidad de ser almacenadas con todo detalle”, explica el psicólogo. “Esta idea de la memoria guiada por esquemas tiene consecuencias a la hora de explicar sus imprecisiones o distorsiones. Cuando alguien recuerda algo, lo que hace es recrear una experiencia guiada por estos esquemas que completan la información con detalles probables o típicos de lo que estamos recordando, lo que da lugar a un recuerdo modificado”, explica el profesor de la UMH.

Efecto Mandela recuerdos y memoria

La administración de la memoria por el cerebro

Existen millones de neuronas en nuestro cerebro, con múltiples conexiones entre ellas que ayudan al proceso de la formación de la memoria. Asimismo, el cerebro también posee mecanismos que ayudan a que no se llene de información irrelevante. Estos mecanismos, basados en proteínas llamadas enzimas fosfatasas, son los que dificultan la formación y fortalecimiento de estas conexiones neuronales.

Por otra parte, el cerebro es un órgano que, por naturaleza, va a intentar realizar actividades con la menor energía posible, por lo que siempre encontrará la manera, a través de atajos conocidos como sesgos cognitivos, para realizar actividades con el menor esfuerzo. 

El profesor habla sobre el sesgo de confirmación y cómo puede afectar a la memoria. “Este sesgo ha tenido mucho debate en los últimos años porque antes se pensaba que solo se trataba de recordar y afirmar cualquier información que coincidiese el pensamiento de una persona”, menciona Falces, “pero ahora se cree que también se basa en encontrar información para defender la opinión de una persona”.

Por otra parte, Falces también comenta la influencia que tiene el entorno que nos rodea en el tipo de información que elimina nuestro cerebro y destaca la colaboración con otras personas: “Un motivo por el que compartimos recuerdos con otras personas es para validar nuestras propias experiencias para tener una representación más fiable de algo sucedido”.

“Cuando se ha estudiado experimentalmente el efecto de la colaboración en la precisión del recuerdo, se ha comprobado que, en los grupos que pueden interactuar naturalmente, como los de amigos, se recuerda una mayor cantidad de información correcta”, explica el profesor de la UMH. Para el profesor Falces, esta interacción también puede generar la creación de información falsa o incompleta porque el grupo se enfocaría en aquellos datos que les parezcan más relevantes. 

¿Se puede evitar el efecto Mandela?

No se sabe cómo surge el efecto Mandela en nuestros recuerdos, pero sí los elementos que pueden influir a que pase. Otro ejemplo es la influencia del efecto Bandwagon, también conocido como efecto arrastre, que hace que los seres humanos busquen la validación social, lo que les hace afirmar los comentarios de un grupo solo por no ir en contra del mismo. 

No obstante, es inevitable que los seres humanos no se vean afectados por la sociedad o por el entorno en el que viven, el cuál refuerza ese recuerdo falso, ya sea para validar lo que decimos o para validar lo que dicen los demás, lo que hace que ese efecto se expanda con mayor facilidad.

Efecto Mandela Información falsa

“En primer lugar, podemos decir que el efecto Mandela tiene que ver con información equivocada que podría recordarse con facilidad, porque encaja en nuestros esquemas. En segundo lugar, tiene que ver con la forma en la que compartimos información y con quién lo hacemos”, comenta el profesor de la UMH. 

El efecto Mandela parece un fenómeno inofensivo y curioso en la psicología porque, a priori, tiene que ver con la formación de elementos comunes en recuerdos incompletos y no destacables, como que si el hombre del Monopoly lleva monóculo o no. No obstante, este efecto ha abierto un campo nuevo de investigación sobre el funcionamiento de la memoria y el cerebro y si hay algo que destacan en estas investigaciones es que los recuerdos son manipulables de muchas formas, lo cual es peligroso. 

“Aunque esta preocupación sobre la manipulación de recuerdos es legítima, no nos debe preocupar en la mayoría de los casos, gracias a la sociedad actual en la que se puede compartir mucha información de diversas maneras” explica Falces. “Aquí es donde se impone la verdad objetiva, pues todos saben que Nelson Mandela no murió en la cárcel, aunque lo recuerden”, concluye el profesor de la UMH.

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