¿Puede el mundo académico ser más amable con la maternidad? Diez ideas sencillas

Esther Sebastián González, Universidad de Alicante; Alejandra Morán Ordóñez, Université de Lausanne; Ana Sanz Aguilar, Universitat de les Illes Balears; Eva Graciá Martínez, Universidad Miguel Hernández; Irene Perez Ibarra, Universidad de Zaragoza y Mar Sobral, Universidade de Santiago de Compostela

A pesar de que mujeres y hombres se matriculan en programas de grado y posgrado en proporciones similares, la representación de las mujeres disminuye a lo largo de la carrera científica.

La falta de mujeres es especialmente clara en puestos de liderazgo, donde es importante aumentar su presencia por varias razones. Primero, porque la igualdad es un derecho fundamental. Pero, además, porque los entornos laborales más diversos son también más productivos. Por lo tanto, es crucial tomar medidas para hacer que el mundo académico sea más inclusivo y equitativo para las mujeres.

Una de las principales causas de que las mujeres se vean obligadas a dejar la carrera científica es la maternidad. Por ejemplo, alrededor del 50 % de las científicas estadounidenses dejan la ciencia después de convertirse en madres. Además, en promedio, las mujeres científicas tienen menos hijos que sus colegas hombres.

Científicos y científicas trabajan en entornos muy competitivos, por lo que el aumento de las responsabilidades familiares después de la maternidad entra en conflicto con las expectativas de rendimiento académico. En pocas palabras, la formación de una familia se convierte en un reto especialmente duro para las mujeres en el mundo académico.

Como madres y científicas, hemos propuesto diez ideas sencillas para instituciones y grupos de investigación, orientadas a favorecer un ambiente más amable y compatible con la maternidad, más diverso y equitativo en un artículo publicado recientemente en la revista PLOS Computational Biology.

La implementación de estas medidas ayudaría a la conciliación de la familia con el trabajo durante el embarazo, al cuidado infantil, a la lactancia y a la fase escolar. Además, permitiría organizar, flexibilizar y distribuir equitativamente las actividades investigadoras y docentes entre los miembros de los grupos de investigación y disminuir problemas de acoso o salud mental. Utilizamos el término “madres” por simplicidad, pero nos referimos a todos los grupos que tienen una relación especial con la maternidad debido a su identidad de género.

1. Apoyo al embarazo

Las instituciones deben ofrecer un sólido sistema de apoyo a la investigadora que abarque tanto los aspectos físicos como los emocionales, antes y durante el embarazo. Por ejemplo, contratando personal de apoyo durante el embarazo, promoviendo la flexibilidad en horarios o el teletrabajo y poniendo a disposición de la embarazada servicios de salud mental. Es importante recordar las necesidad de extender estas medidas a otras situaciones tales como abortos, adopciones y tratamientos de fertilidad.

2. Permisos parentales flexibles

Se debe promover la implementación de permisos parentales remunerados que sean flexibles y respetuosos con las decisiones individuales, fomentando una cultura de inclusión y apoyo para todos los cuidadores. El parón académico por cuidados durante el permiso parental no debería penalizarse en procesos competitivos (ej. acceso a financiación de projectos).

3. Instalaciones de cuidado infantil y lactancia

La existencia de instalaciones de cuidado infantil y espacios dedicados para amamantar o extraer leche en el lugar de trabajo son claves para facilitar que las madres puedan continuar su trabajo académico mientras cuidan de sus hijos, especialmente en las primeras etapas de la vida del infante.

4. Organización de actividades en horario escolar

Cuando sea posible, se deben programar reuniones y actividades del departamento en horarios escolares, de modo que tanto madres como padres puedan asistir. La participación remota a seminarios y reuniones también es una forma de facilitar la conciliación.

5. Flexibilidad horaria

Ofrecer flexibilidad en los horarios de trabajo permite mejorar la gestión de las responsabilidades profesionales y personales. Esto puede incluir opciones de trabajo remoto y horarios ajustables.

6. Adaptación de la docencia

Adaptar la docencia para apoyar a las madres y padres con niños pequeños promueve la conciliación. Estas medidas pueden incluir descuentos docentes, prioridad en la selección de clases en horario escolar y docencia online.

7. Implementación de Acciones Positivas

Es fundamental implementar medidas positivas para respaldar las carreras académicas de las madres, contrarrestando las penalizaciones profesionales asociadas con la maternidad. Esto puede incluir programas de mentoría, oportunidades específicas de financiación y políticas de extensión diseñadas específicamente para apoyar y retener a mujeres talentosas en el ámbito académico.

8. Priorización de la salud mental

Establecer programas y recursos integrales de salud mental es esencial para abordar los desafíos únicos del mundo académico. Es importante dar acceso a servicios de asesoramiento, talleres de manejo del estrés y promover iniciativas que ayuden a las investigadoras a alcanzar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal y que promuevan el bienestar general.

9. Lucha contra la discriminación y el acoso

La maternidad es una base común de discriminación en el entorno académico. La promoción y el cumplimiento de protocolos contra la discriminación y el acoso son fundamentales para crear un entorno seguro e igualitario. Las instituciones académicas deben trabajar activamente en la promoción de una cultura de respeto, igualdad y tolerancia cero hacia cualquier forma de discriminación y prejuicio.

10. Distribución equitativa de la carga de trabajo

Las instituciones académicas deben luchar por la transparencia y la equidad en la asignación de tareas, asegurando que la carga de trabajo, especialmente el no remunerado y no reconocido, esté equilibrada entre todos los investigadores.

En resumen, es crucial abordar la falta de representación de las mujeres en la ciencia y los desafíos a los que se enfrentan al equilibrar la maternidad y la carrera académica. Las diez propuestas presentadas ofrecen soluciones concretas para crear un ambiente más inclusivo y apoyar a todos los cuidadores en la investigación.

Al implementar estas medidas, se eliminarán obstáculos y se enriquecerá la investigación al aprovechar la diversidad de talentos. Las instituciones y grupos tienen la responsabilidad de tomar medidas para un futuro más inclusivo.

Esther Sebastián González, Investigadora Ramón y Cajal. Departamento de Ecología, Universidad de Alicante; Alejandra Morán Ordóñez, Investigador Senior, Investigadora Asociada CREAF – CTFC (Cataluña, Spain), Universität Bern &, Université de Lausanne; Ana Sanz Aguilar, Investigadora en el Grupo de Ecología y Demografía Animal del IMEDEA y en el Grupo Zoología Aplicada y de la Conservación, Universitat de les Illes Balears; Eva Graciá Martínez, Profesora Titular, Área de Ecología. Universidad Miguel Hernández, Universidad Miguel Hernández; Irene Perez Ibarra, Investigadora Ramón y Cajal, Universidad de Zaragoza y Mar Sobral, Investigadora, Universidade de Santiago de Compostela

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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