Jorge Manzanares: “Una persona que depende de una droga es un enfermo, no un maleante”

El profesor de Farmacología de la Universidad Miguel Hernández de Elche Jorge Manzanares aprovechó su intervención en la jornada de “Ciencia con Tapas”, dedicada a abordar los aspectos científicos y sociales de la adicciones, para aclarar un concepto: “Un drogadicto es un enfermo. No es un maleante, ni un sinvergüenza. Es una persona que debe ser tratada como un enfermo”. A juicio del experto, una gran parte de la sociedad no termina de asumir esta conceptualización, incluidos los familiares de drogodependientes. “Vemos que en determinadas áreas cerebrales hay alteraciones funcionales que se caracterizan por su predisposición a adaptarse a los sistemas de recompensa”, sentenció el profesor para ilustrar que diversos experimentos han demostrado que no todos los cerebros responden de la misma manera a las drogas.

A juicio del profesor de Farmacia, el alcohol es “la peor droga que hay”. Para argumentar esta afirmación, subrayó el hecho de que existen 200 tipos de cánceres asociados al consumo de alcohol e hizo referencia al “síndrome fetal alcohólico”, que es el causante de los problemas físicos, mentales y de crecimiento que se pueden presentar en un bebé cuando la madre toma alcohol durante el embarazo.

Un dato alentador arrojado por el experto es que España es uno de los países más  avanzados en cuestión de tratamiento y prevención de conductas adictivas. “Somos la envidia de países como EEUU o Inglaterra, pero hay que hacer un esfuerzo adicional para informar a la población y potenciar el trabajo en términos de educación”, subrayó el investigador. Y añadió que el tratamiento para las adicciones ha de ser multifactorial, una opinión en la coincidió con el profesor del Área de Psicología Social de la UMH José Luis Carballo Crespo, también presente en la Jornada.

Carballo se centró en abordar las múltiples causas de las adicciones, desde el punto de vista de los factores psicosociales. Por ejemplo, hizo referencia a la presión social; a un estilo educativo inadecuado; a la propia necesidad de adaptación del individuo al contexto. “Por ejemplo, si hay fracaso escolar, puede que el sujeto se refugie en una conducta de riesgo, como podría ser el consumo de sustancias, al verlo como una forma de evadirse de sus problemas”, explicó el psicólogo.IMG_20160609_191722

Para la luchar contra las adicciones se recurre, en primer lugar, a la prevención, con el objetivo de dotar a la gente de herramientas para que sepan decir que no. Y cuando la prevención falla, existe la posibilidad del tratamiento. El problema, como subraya Carballo, es que la mayor parte de las personas que presentan adicción a una sustancia, no están en tratamiento. Por ejemplo, en el caso del alcohol, menos del 10% van a tratamiento.

A juicio de Carballo, uno de los enfoques más novedosos en el tratamiento de las adicciones es considerar concebir el tratamiento a través de la “metáfora de la montaña”. “No se puede dejar de consumir de un día para otro. Se trata de un modelo de prevención de racaídas, donde la recaída no es un fracaso, puede ser un aprendizaje. Es un modelo muy motivacional”, explica el profesor. Y subraya la importancia de que médicos, trabajadores sociales y psicólogos, entre otros, intervengan de forma multidisciplinar para hacer frente al problema.

La organización de esta Jornada corrió a cargo del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC) de la UMH, que como en las anteriores ediciones, se desarrolló en la Fnac de Alicante. Se trata de una actividad que se enmarca dentro de Aula Urbana UMH, una iniciativa del Servicio de Comunicación, dependiente del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales, y que cuenta con el apoyo del Vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria de la UMH.

Alicia de Lara

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