Fármacos personalizados y energía eólica dibujan un nuevo futuro

El viento y el sol como fuentes de energía renovable y la bioinformática aplicada a la medicina genómica son dos áreas de investigación diferentes que comparten un futuro prometedor. El patrón de las Ciencias, San Alberto Magno, reunió en el Aula Magna del edificio Altabix del campus de Elche a estudiantes y profesores de las titulaciones Biotecnología y Ciencias Ambientales para celebrar las V Jornadas que llevan su nombre. En la sesión participaron el ingeniero aeronáutico Cayetano Hernández Gonzálvez y la química y tecnóloga de los alimentos Fátima Al-Shahrour.

“España tiene mucho más viento del que pensamos cuando empezamos a valorarlo en los años  80”. Así explica el ingeniero aeronáutico Cayetano Hernández Gonzálvez, quien ha dedicado toda su vida profesional al desarrollo de las energías renovables, cómo fueron los inicios de la eólica en  España. El mayor generador actual de electricidad son las energías renovables, sobre todo la eólica y la hidroeléctrica. Y, la fuente de las cinco: solar, eólica, biomasa, hidráulica y geotérmica, es el sol.

La energía que llega a la tierra desde el sol es 18.000 veces la que se consume en todo el planeta. Por su parte, la energía eólica es 200 veces el consumo mundial, lo que se traduce en un 16% de la energía real consumida. Cayetano Hernández subraya el papel de España en la aplicación de la energía eólica: “Somos un referente para otros países”. El ingeniero señala que España “es el primer país del mundo que gestiona las energías renovables a través de un centro de control que conecta todos los parques eólicos nacionales”.  El trabajo desarrollado en el Centro de Control de Régimen Especial (CECRE) sirve de modelo para otros países, según explica Hernández.

 

Cayetano Hernández Gonzálvez: “España es un país de primer nivel en el sector de las energías renovables”

Los expertos distinguen entre energía primaria; proveniente del petróleo o el sol, y final; como la gasolina o la luz. A juicio de Cayetano Hernández, el problema es el consumo excesivo de energía final: “En una ciudad pequeña como Elche, los ciudadanos se desplazan a todas partes en coches ocupados por una sola persona”. En España hay instalados más del doble de Megavatios que los que se gastan y “por eso tenemos que pagar”, cuenta Hernández. En este sentido, el experto apuesta por establecer un consenso entre la política del gobierno y lo que se pretende conseguir en materia energética. “Somos un yacimiento energético solar y de viento ligado a un tejido industrial y a centros de innovación de primer nivel”, apunta.

La investigación en bioinformática también cumple un importante papel en el plano nacional. Por ello, la ponencia “Medicina genómica: medicina del futuro”, a cargo de la experta Fátima Al-Shahrour, se centró en la necesidad de analizar e interpretar los datos genéticos para crear fármacos específicos con los que tratar a los pacientes.

El Genoma Humano se terminó de secuenciar en el año 2003. Desde entonces, se han obtenido datos de fragmentos y secuencias de ADN de diversas especies. Como consecuencia, existe una producción masiva de datos que la bioinformática almacena, organiza e interpreta. Actualmente en España existen Petabytes (un millón de Gigabytes) de almacenamiento relacionado con el genoma humano. Al-Shahrour señala que “una cosa es tener datos y otra tener información”. Extraer la información a partir de los datos es una tarea multidisciplinar en la que trabajan, entre otros, químicos, biólogos, bioinformáticos, biotecnólogos y médicos.

 

Fátima Al-Shahrour: “En el futuro nos administrarán fármacos concretos y personalizados”

El equipo de Al-Shahrour está especializado en la bioinformática aplicada a la oncología. El tratamiento actual establecido se basa en la utilización de biomarcadores concretos para cada tipo de cáncer, cuyo número es reducido comparado con los 25.000 genes de media de un ser humano.  Fátima Al-Shahrour explica que los dos grandes retos de la bioinformática aplicada al cáncer son ampliar la lista de biomarcadores y administrar fármacos específicos para cada paciente. “En el futuro, en vez de tener prescripciones médicas tendremos nuestra secuencia del genoma y nos administrarán fármacos concretos y personalizados”, subraya la investigadora.

Profesores de Biotecnología y Ciencias Ambientales acercaron sus investigaciones a los estudiantes para que conocieran la actividad desarrollada desde la Universidad. Asimismo, se entregaron los premios del Concurso de Fotografía 2013. El Jurado premió la fotografía de Julio Javaloyes Berná y el Público la de Borja Mateu Romero.

 

Lorena Santos // Belén Pardos

 

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