¿Es difícil reformar la Constitución Española?
Existe la creencia de que la Constitución no se reforma porque el procedimiento es tan complicado que casi no se puede llevar a la práctica. En realidad, para modificar la Constitución se ha de seguir un procedimiento más complejo que el que se sigue para cambiar cualquier otro tipo de ley. Pero esto no hace imposible el cambio.
La Constitución es un pacto con principios y reglas básicas de convivencia. Por tanto, solo debería cambiarse cuando sea imprescindible para mejorar el pacto establecido. Por ello, para cambiar la Constitución se necesitan mayorías altas en el Parlamento, que se aprueben las reformas solicitadas, y en ocasiones, que se celebren elecciones y que el nuevo Parlamento vote de nuevo la reforma. Y por último puede ser preciso un referéndum del pueblo.
En definitiva, lo imposible no es el procedimiento a cumplir sino conseguir la voluntad política, el consenso y el compromiso con el cambio para progresar.