¿Está contaminado el aire que respiramos?
El aire que respiramos está contaminado en demasiadas ocasiones con partículas que pueden tener un efecto perjudicial para la salud humana y los ecosistemas al superar los niveles recomendados. Por ello, la Unión Europea ha establecido normas para contaminantes que la Ciencia ha podido demostrar que producen efectos muy perjudiciales para la salud.
El tráfico rodado es el principal causante de la contaminación en una atmósfera urbana, con una contribución superior al 75%. También hay partículas de origen natural procedentes de aerosoles marinos, erosión o actividades humanas como las obras públicas, la minería o la fabricación de cerámicas o cemento; entre otros.
Para reducir las repercusiones de la contaminación atmosférica sobre la salud pública, es preciso reducir las fuentes principales de contaminación, en particular la combustión ineficiente de la gasolina y el gasóleo para el transporte motorizado y del carbón o del gas natural en la generación de electricidad, así como mejorar la eficiencia energética de los edificios y de las industrias.