Trece micro-charlas para entender la tecnología agroalimentaria del futuro
Los doctorandos de Tecnologías Agrarias, Agroambientales y Alimentarias de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela presentan sus tesis en forma de vídeos cortos
La agricultura y sus actividades relacionadas ocupan una posición central en la economía mundial y son la base de la vida para cualquier sociedad. El desarrollo de la industria agroalimentaria se enfrenta a retos relacionados con el cambio climático y la escasez de recursos, así como los problemas de salud que empeoran la vida de las personas y los límites de los sistemas de producción tradicionales. En el marco de estas problemáticas y cuestiones de gran relevancia científica, el objetivo del Programa de Doctorado en Recursos y Tecnologías Agrarias, Agroambientales y Alimentarias es formar a profesionales para el desarrollo de nuevas técnicas de producción animal y vegetal, mejoras en la alimentación, gestión eficiente de los recursos energéticos y, por supuesto, protección medioambiental.
Economía circular, hidrosostenibilidad, protección del medio ambiente, reutilización de residuos como abono natural, redescubrimiento de frutos olvidados con propiedades desconocidas… La presencia de estos conceptos en las tesis es la prueba del espíritu de innovación que llena a las nuevas generaciones de agrónomos. Dispuestos a revolucionar la investigación en este amplísimo campo, estos doctorandos de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela han realizado una serie de vídeos breves expositivos en el marco del Taller de Comunicación Social de la Ciencia. En estas micro-charlas de tres minutos puede observarse el resultado de sus investigaciones de forma amena y divulgativa. Sus dimensiones van de lo local a lo internacional, los impactos y aplicaciones son tanto globales como dirigidas al desarrollo de la zona mediterránea y sus descubrimientos buscan perfeccionar la industria en tres ámbitos: la salud humana, la optimización económica y el equilibrio planetario.
Jesús Enrique Chan Higuera: el pigmento de calamar gigante como nuevo aditivo alimentario
El desarrollo de enfermedades por el consumo de aditivos ha dado lugar a la búsqueda de alternativas de origen natural para estas sustancias. Este es el caso de los pigmentos del calamar gigante. Este estudio ha demostrado que sus compuestos son antioxidantes, antimicrobianos y de baja toxicidad, por lo que son aptos para el consumo humano. Además, pueden tener aplicaciones que eviten el desperdicio masivo de alimentos sin los efectos secundarios de los aditivos tradicionales.
Paula Monllor Guerra: cómo los subproductos hortícolas pueden aumentar la calidad de la leche de cabra
El subproducto de brócoli y alcachofa puede ser reaprovechado para fabricar alimento de calidad para las cabras. Se ha demostrado que se puede incluir hasta un 40% en la dieta de estos animales y, en el caso de la alcachofa, la calidad de la leche era más beneficiosa para la salud humana. Esta iniciativa permite reducir los costes de alimentación, de gestión de residuos y de daño al medio ambiente.
Pedro Carbonell Cerdá: la mejora genética del tomate tradicional
Las variedades tradicionales del tomate, aunque más apreciadas, conllevan más riesgos por su vulnerabilidad ante amenazas como los virus. Pedro Carbonell ha diseñado nuevas técnicas de laboratorio y ha obtenido líneas más resistentes y con respuestas diferentes a lo común ante los bajos insumos y el riego salino.
Lina María Peña Saldarriaga: aprovechar el pollo al máximo para una industria avícola más sostenible
En Colombia la carne de pollo es la proteína animal con mayor consumo per cápita. Esta gran producción genera asimismo abundantes residuos con un valor comercial mínimo y que pueden ser contaminantes. Después de estudiar la grasa adherida a distintas partes del pollo, se ha determinado que se puede mejorar la calidad de la misma y así utilizarse como una alternativa más saludable en la elaboración de derivados cárnicos.
Mariano Pelegrín Muelas: la caña común, de especie invasora a biomasa para cultivos sostenibles
La caña común, muy frecuente en nuestro país, supone un peligro para la biodiversidad y la calidad y fluidez de las aguas. Mariano ha planteado la opción de reutilizar los abundantes residuos de esta planta como compost útil y cobertura vegetal para reducir la evaporación del agua. Esta alternativa promete favorecer la economía circular en los cultivos y facilitar la sostenibilidad y resistencia frente a la degradación del medio ambiente.
Lucía Sánchez Rodríguez: aceitunas de mesa y aceite de oliva hidroSOStenibles
El problema de la falta de recursos hídricos ha llevado a idear estrategias de riego deficitario para el cultivo del olivo. En el caso del estudio presentado a continuación, además del ahorro del agua, mejoraron algunos aspectos de la calidad, funcionalidad y aceptación por parte de consumidores de aceitunas de mesa y aceites hidrosostenibles.
Paola Sánchez Bravo: índice de hidrosostenibilidad y aceptación del consumidor de productos hidrosostenibles
El objetivo 6 del Desarrollo Sostenible de la ONU consiste en mejorar el uso de los recursos hídricos. Este estudio mide la opinión e implicación de los consumidores en este tipo de innovación en Brasil, China, India, España, México y EEUU. Además, propone dos índices complementarios, uno de riego y otro de calidad, para la medición y valoración en el proceso de aplicación de estos avances.
Juana Reche Rubio: evaluación, análisis de compuestos y perfil genético del jinjolero
Consumido desde hace más de 4000 años en la medicina tradicional china, el jinjolero es toda una superfruta, lista para ser descubierta. Aquí es todavía un cultivo marginal, pero el análisis genético y la evaluación físico-química de Juana Reche han expuesto todo su potencial nutricional y agronómico.
Marina Cano Lamadrid: la granada se une la hidrosostenibilidad bajo nuevas formas
La respuesta al problema de la escasez de agua por parte del estudio desarrollado por Marina Cano pasa por la optimización del uso del riego en el cultivo de la granada. Nuevas formas de entender este fruto como los arilos deshidratados o los smoothies pueden darle una nueva vida y solucionar los hándicaps con los que se encuentra, como la dificultad de su consumo en fresco.
Alberto Vico López: palmeras contra el cambio climático
Este estudio pone en valor la aplicación de los residuos originados por las palmeras como compostaje y demuestra cómo su uso contribuye a la biosostenibilidad, el aumento del rendimiento y la reducción de emisiones negativas para el medio ambiente. No solo eso, sino que su acción sobre los suelos contribuye a la mitigación del cambio climático en áreas mediterráneas.
Leontina Lipan: sostenibilidad en el cultivo del almendro
También Leontina Lipan ha dedicado su investigación al grave problema de la falta de agua, una dificultad que asola especialmente a los campos españoles. El almendro, el tercer árbol más cultivado en España, ofrece una gran alternativa por su tolerancia al riego escaso. Según este estudio, la almendra presenta incluso una estupenda respuesta a estas condiciones, basada en una mejora de la calidad nutritiva en comparación con otras formas de riego menos eficientes.
Ramón Martínez García: una disección completa del pero de Cehegín
La manzana “pero de Cehegín”, autóctona de la localidad murciana del mismo nombre, posee un genotipo único cuyas características distintivas y capacidades especiales han sido descubiertas a raíz de este profundo estudio de Ramón Martínez. Su tesis demuestra la necesidad de estudiar a fondo y salvar de la desaparición a las variedades de manzanas olvidadas del sureste español, de gran interés agrónomo y comercial.
Luis Noguera: el pistacho no es tan exigente como creíamos
Como ya hemos comprobado, el derroche en el riego es un lujo que los cultivos del futuro no se pueden permitir. La búsqueda de la eficiencia y la optimización de recursos han llevado a Luis Noguera a aplicar un riego deficitario leve en el cultivo del pistacho y a demostrar que con él se consigue mejorar la calidad de los frutos, reduciendo notablemente el agua empleada.
La “Mednight” nace como fruto de la colaboración de un consorcio de 12 entidades: Universidad Miguel Hernández de Elche, Universidad de Alicante, Universitat de València, Universitat Politècnica de València, Universitat Jaume I, Universidad de Murcia, Universidad Politécnica de Cartagena, Fundación Fisabio, Fundación Séneca – Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia, INCLIVA y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, bajo la coordinación de El Caleidoscopio y con el patrocinio de la Generalitat Valenciana a través de Fundación de la C.V. para el Fomento de Estudios Superiores (FFES), la Casa Mediterráneo, Las Naves y Distrito Digital de la Comunitat Valenciana.