¿Quién paga el IVA?
El impuesto sobre el valor añadido, o IVA, grava el consumo de particulares y empresas, pero solo lo pagan los particulares. Las empresas interactúan en un doble sentido. Cobran el IVA por las ventas a sus clientes y pagan el IVA por las compras a sus proveedores. Si el IVA cobrado es mayor que el pagado, la empresa tiene dinero que pertenece a Hacienda, y por tanto ha de entregárselo. Y si es menor, Hacienda tiene dinero que pertenece a la empresa y esta puede solicitar su devolución. En consecuencia, el efecto del IVA para una empresa es cero.
El particular, como consumidor final, interactúa en un solo sentido: comprando. Por tanto, soporta y paga el IVA, no puede solicitar su devolución a Hacienda. Es el consumidor final el que puede afirmar que paga mucho o poco IVA cada vez que compra ropa, comida, paga la luz o el teléfono.
En conclusión, el IVA es un impuesto que no tiene en cuenta las circunstancias personales ni económicas de los consumidores finales. Pagamos todos por igual. Por eso, hay quien le atribuye un grado de insolidaridad si es utilizado en exceso para aumentar los ingresos del Estado.
José Antonio Cavero, profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Radio 5, Todo noticias