¿Qué son los prebióticos?
El término prebiótico lo asociamos a otros como “alimentación saludable” o “alimentos funcionales”. Entre los compuestos prebióticos más conocidos, presentes de forma abundante en vegetales como la alcachofa, espárrago, cebolla o puerro y las raíces de la dalia o la achicoria son los fructooligosacáridos (FOS) y la inulina que son un tipo de fibra soluble.
Estos prebióticos se emplean como ingrediente en numerosos productos enriquecidos y así los podemos encontrar en preparados lácteos, postres congelados, cereales de desayuno, alimentos para bebés y productos de panadería.
Los prebióticos son azúcares complejos que los humanos no somos capaces de digerir ni asimilar. Por ello, nos surge la cuestión sobre cómo ejercen su efecto beneficioso.
Los prebióticos tienen la propiedad de promover el crecimiento de las bacterias beneficiosas del intestino grueso, principalmente bifidobacterias que si son capaces de utilizar estos compuestos para obtener energía. Por lo tanto los prebióticos mejoran el estado de salud al facilitar el desarrollo de bacterias beneficiosas de la flora intestinal y disminuir otras bacterias perjudiciales.
Entre los beneficios derivados de la inclusión de prebióticos en la dieta diaria a cualquier edad, están la mejora de la salud del sistema digestivo, la prevención de cáncer de colon y el refuerzo de las funciones inmunológicas.