La ganadería afecta a la conservación de un ave carroñera amenazada de las Islas Canarias
Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) concluye que el éxito reproductor del guirre canario, una subespecie endémica de alimoche de las Islas Canarias, depende en buena medida del estado de la vegetación. Este estudio, publicado en la revista científica Science of the Total Environment, ha sido posible gracias a los 22 años de monitoreo intensivo de esta ave carroñera, financiados por el Cabildo de Fuerteventura, dos proyectos LIFE-EU y el Ministerio de Ciencia e Innovación.
El trabajo de los investigadores de la UMH y del EBD-CSIC ha arrojado luz sobre las complejas interacciones entre las condiciones ambientales, los recursos disponibles y las políticas comunitarias que afectan al éxito reproductor del guirre canario, una subespecie endémica de alimoche (Neophron percnopterus majorensis). Esta especie estaba ampliamente distribuida por el archipiélago canario, pero a finales del siglo XX sufrió un declive muy pronunciado y quedó clasificada como en peligro de extinción. Actualmente, sólo persisten en las islas de Fuerteventura y Lanzarote, donde sus poblaciones parecen recuperarse gracias a los planes de conservación.
El estado de la conservación del guirre canario
La isla de Fuerteventura es conocida por la cantidad de cabras que alberga. Allí, es la especie de ganado mayoritaria. Sin embargo, debido a cambios en las subvenciones de la Política Agraria Comunitaria, el número de cabezas de ganado se redujo en 2013 de 100 cabezas por km2 a 50. Esto, a su vez, provocó cambios en la vegetación de la isla, sometida a menor presión de herbivoría por parte de las cabras. Ya que parte de la dieta del guirre son vertebrados que se refugian y alimentan de esa vegetación, al recuperarse el pasto, el ave tiene más alimento y se reproduce más. Por lo tanto, el estudio concluye que la cantidad de ganado presente en la isla influye en la supervivencia de la especie.
El estudio, que siguió las poblaciones de guirre de las Islas Canarias desde 2000 a 2021, pone de manifiesto que esta población de carroñeros está conectada a las dinámicas del ecosistema. Los investigadores subrayan la importancia de comprender cómo funcionan estas interacciones entre los diferentes elementos que componen las cadenas tróficas, ya que cambios mínimos en las condiciones ecológicas pueden tener consecuencias directas en etapas que son cruciales para el desarrollo de la población, como es la reproducción. Este trabajo permitirá diseñar herramientas para el manejo y gestión de esta subespecie, así como para diseñar estrategias de conservación efectivas.
En este estudio han participado la investigadora de Biología Aplicada del Centro de Investigación Agroalimentaria CIAGRO-UMH Lola Fernández Gómez, el investigador de Biología Aplicada de la UMH Jomar M. Barbosa, el catedrático de Ecología de la UMH José Antonio Sánchez Zapata, el investigador de Biología de la Conservación del EBD-CSIC José Antonio Donázar, así como el investigador de Estadística del Instituto Centro de Investigación Operativa ICIO-UMH Xabier Barber.
Acceso al artículo: https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2023.168553