Instituto de Biología Molecular y Celular. Investigación transversal

El Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC) de la UMH nació como Centro de Biología Molecular y Celular. Su director actual, Antonio Ferrer Montiel, explica que en sus inicios aglutinaba a un conjunto de jóvenes investigadores reclutados para cubrir distintas áreas dentro de un Instituto multidisciplinar: “Uno de los objetivos del plan estratégico del Centro pasaba por reunir diferentes disciplinas, dentro del área de la biología molecular y celular, con el fin de abordar problemas de interés para la sociedad”. Consciente de la importancia de dar valor al conocimiento generado en un laboratorio, el IBMC apuesta por transformarlo en un producto, ya sea en forma de medicamento o desarrollo tecnológico.

La idea original del promotor del IBMC, el profesor José Manuel González Ros, fue la de aglutinar a investigadores de diferentes disciplinas como biólogos, físicos o químicos, para poder trabajar en temas de interés para la sociedad. Así se generó este centro que, en 2002, evolucionó en un Instituto Universitario.

Los primeros grupos del actual IBMC estaban formados por investigadores que trabajaban en química y en el diseño de un biosensor para el diagnóstico de enfermedades. En concreto, en el ámbito de la virología y de la inmunología para resolver uno de los grandes problemas de la sociedad: las pandemias en acuicultura. La pesca es un recurso natural limitado, por lo que se ha fomentado la acuicultura. Pero, como precisa el director del IBMC, el hecho de que las poblaciones de peces convivan en este tipo de espacios conlleva que, si surge una infección, toda la población se infecte. Por este motivo, el grupo de investigación se encarga de detectar enfermedades y desarrollar vacunas.

Hemos investigado con intensidad en torno al cáncer de páncreas, uno de los que cuenta con peor pronóstico, así como en el de colon y, en la segunda etapa, ya como IBMC, en melanoma.

Otro de los grupos presentes en el origen del Instituto estudia algunos tipos específicos de cáncer, para comprender cuáles son las características de los tumores y desarrollar tratamientos más eficaces. En colaboración con el Hospital General Universitario de Elche, el centro creó una unidad mixta en la que investigadores y clínicos trabajan de forma estrecha. Ferrer Montiel cuenta que han investigado con intensidad en torno al cáncer de páncreas, uno de los que cuenta con peor pronóstico, así como en el de colon y, en la segunda etapa, ya como IBMC, en melanoma.

Desde sus inicios, también, contaban con especialistas en la estructura de las proteínas. “Debemos saber cómo determinada arquitectura da lugar a una función concreta de la proteína y cómo el cambio de estructura altera su papel porque, de esta forma, podemos corregirla”, aclara el profesor de la UMH.

Por su parte, los grupos responsables de estudiar las membranas biológicas se centran en conocer estas barreras que separan el interior del exterior celular. Ferrer Montiel subraya la gran actividad de las membranas celulares: “Todos los mensajeros externos le dicen a la célula lo que tiene que hacer, a través de los receptores situados en la membrana”. Al tratarse de la primera barrera a la que se enfrentan muchos medicamentos para acceder a su diana terapéutica, es imprescindible entender cómo la célula se comunica con el exterior para poder controlar y vehicular los medicamentos hacia el interior.

En el caso de los grupos especialistas en neurobiología, se han centrado en nocicepción y dolor, a juicio de Ferrer Montiel, una de las grandes patologías actuales. En opinión del experto, el dolor, como el cáncer, necesita diferentes tipos de tratamiento en función de sus características. “Si analizamos los mecanismos que hemos aplicado hasta ahora: morfina y derivados y antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno y derivados, vemos que no hemos avanzado en este sentido. Como el dolor es muy diverso y heterogéneo, continúa, tenemos que mejorar los medicamentos para tratarlo, porque hay personas que no responden a los tratamientos actuales”.

 No somos un Instituto de excelencia medida en cuanto a una productividad científica internacional elevada, porque hemos apostado más por la transferencia tecnológica

Si algo caracteriza al IBMC es la traslación científica. “No somos un Instituto de excelencia medida en cuanto a una productividad científica internacional elevada, porque hemos apostado más por la transferencia tecnológica”, precisa Ferrer Montiel. En la actualidad, el IBMC cuenta con más de 20 patentes y 4 spin-offs, así como con la unidad mixta con el Hospital General Universitario de Elche y colaboraciones con el de Alicante. “Nos hemos dirigido a una ciencia que genera conocimiento, para intentar desarrollarlo hacia un nivel en el que la sociedad detecte que se beneficia de él”, puntualiza.

“Siempre pregunto a mis estudiantes cuánto vale una idea y, después de dejarles apostar, les respondo que no vale nada”, asegura el director del IBMC. Para Ferrer Montiel, es el proyecto que se materializa de una idea lo que adquiere un valor. En este sentido, el profesor se muestra orgulloso de hacer ciencia traslacional, muy sensibilizada con los problemas de la sociedad.

En el presente, el IBMC trabaja además en el desarrollo de antibióticos, para mejorar la situación actual de resistencia bacteriana a las antiguas generaciones de estos medicamentos. Pero, también, continúan su trabajo con el cáncer, las vacunas para piscifactorías y el dolor.

Una de las líneas de la etapa como IBMC ha sido la apuesta por el ámbito de los alimentos funcionales y nutracéuticos. El investigador explica que han creado una planta piloto, que les permite producir de forma semi industrial, para determinar si un extracto se puede llegar a comercializar. La apuesta por la ciencia traslacional, muy competitiva, conlleva retrasar publicaciones hasta obtener patentes, pero Ferrer Montiel explica que esa es la filosofía del IBMC.

El plan estratégico de 2017 seguirá apostando por las mismas líneas: incrementar la excelencia y la transferencia tecnológica. Antonio Ferrer explica que persiguen fortalecer los campos de investigación del diseño, diagnóstico y terapia moleculares para los campos del cáncer, infecciones, y del dolor: “Pero en el contexto económico actual, con fuertes restricciones para la contratación de personal investigador en las universidades públicas, debemos fortalecer las colaboraciones entre grupos de investigación multidisciplinares y atraer la inversión privada a la Universidad”. Además, pretenden lanzar algún producto al mercado y avanzar en fases preclínicas de antibióticos y tratamientos contra el cáncer.

 

LA ANÉCDOTA

Ferrer Montiel, profesor de la UMH y director del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC)
Ferrer Montiel, profesor de la UMH y director del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC)

Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC) impulsaron en 1999 la creación de ‘Diverdrugs’, la primera start-up en la Universidad Miguel Hernández enfocada al desarrollo de medicamentos. Antonio Ferrer Montiel explica que, cuando nació la empresa, en España no habían arraigado los conceptos de start-up, capital riesgo, capital semilla o ángel de los negocios. Por este motivo, y dada la gran inversión necesaria para crear un medicamento, se vieron obligados a redirigir la idea de negocio y reinventarse hacia la dermocosmética. Lo que empezó como la historia de un fracaso, cuenta Ferrer Montiel, culminó como éxito con la compra de ‘Diverdrugs’ por parte del inversor estadounidense Warren Buffet, en 2012.

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