Día Mundial de la Salud Mental: crisis y depresión
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los trastornos depresivos unipolares (el trastorno del estado de ánimo es grave, inmotivado y no desencadenado por factores externos) ocuparon el tercer lugar en la causa de la carga global de enfermedad en 2004 y llegarán al primer puesto en 2030. Para Jesús Rodríguez Marín, profesor de Psicología en la Universidad Miguel Hernández, especialista en estrés y ansiedad, existe una relación existencial entre la crisis y el número de depresiones. ¿Qué es la crisis?, se pregunta el profesor, para seguidamente contestar: “Un conjunto de pérdidas, tanto sociales como individuales”.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una campaña que busca combatir el estigma y los falsos conceptos que rodean los temas de salud mental y, para participar en esta causa, UMH Sapiens rescata algunos fragmentos del reportaje “Crisis, suicidios y depresión, más allá de las cifras”, publicado en el segundo número de la revista.
“Es comprensible que la situación de impotencia ante la crisis lleve a algunas personas a caer en una depresión o a una situación todavía más dramática”, expone Rodríguez Marín y explica que en el caso concreto de los suicidios clínicos negativos es común que la persona se encuentre sumida en un estado profundo de depresión. En este sentido, Mª Angustias Oliveras, directora y docente de la Dirección de Psiquiatría de la Facultad de Medica de la UMH subraya que en España hay un grupo de investigadores dedicados monográficamente al estudio del suicidio y que éste es ya el tercer año que se reúne. “Es la primera causa de muerte no natural entre la población de 18 a 55 años”, matiza la directora.
Por su parte, José Copete, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Alicante asegura que si bien la organización colectiva no es milagrosa, sí que ayuda a romper con toda una serie de estigmas personales y a conocer situaciones similares. Para Copete no es lo mismo ir a negociar con un banco de forma individual que hacerlo respaldado por una plataforma y reconfortado psicológica e ideológicamente por ésta.
Si bien atendiendo a los datos esencialmente cuantitativos no se demuestra una relación directa entre depresión, suicidios, deshaucios y crisis, otros indicadores (los niveles de pobreza en España han aumentado un 8% desde el inicio de la crisis, desde 2006 hasta el 2011) evidencian un problema que hace estragos en la sociedad. Un conflicto en el que la solidaridad, la creatividad y la organización colectiva se muestran como posibles soluciones ante la falta de medidas urgentes para paliar los efectos de la crisis y contra el conjunto de pérdidas que de ella se derivan. Tanto las sociales como las individuales.
Borja G. Moya y Alicia de Lara