David Trujillo: “Mirar a través de la ventana consiste en abstraernos del mundo para encontrarle algún sentido”
El profesor del Área de Escultura de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche David Trujillo expone en la Caja Blanca de Las Cigarreras la obra “La Ventana Indiscreta” hasta el 7 de septiembre. La exposición, en la que también participan otros artistas, conmemora el 60 aniversario de la película de Alfred Hitchcock “La ventana indiscreta”, seleccionado por el Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana para la convocatoria artística “3CMCV”. El objetivo de la beca es incentivar la creación y realizar exposiciones con los resultados de los artistas premiados en las tres capitales de provincia de la Comunidad Valenciana. Trujillo se aleja en esta ocasión de las últimas tecnologías y toma como referente algunas situaciones del metraje. Según el artista, las piezas que componen la muestra se basan en lo esencial, en lo primigenio del acto de mirar, en el aspecto psicológico, sensorial y espacial que lleva al ser humano a estar atento, a dirigir la vista hacia un objeto o a observar a alguien.
¿Qué cree que motiva al ser humano a mirar?
Creo que la mirada constituye un gran puente de interconexión entre el universo interior y el mundo exterior. La mirada constituye en sí misma, no un fenómeno pasivo, sino un proceso activo y cultural con el que, a través de estímulos externos, construimos el mundo que nos rodea. La mirada es capaz de desencadenar todo tipo de emociones, porque a ella le sigue la comprensión y conceptos como el enfado, amor, erotismo, dolor, tristeza se mezclan entre la comunicación y el acto social.
¿La tecnología ha agudizado la curiosidad o, por el contrario, el tener acceso a esta ventana abierta de par en par que es internet le ha quitado morbo al asunto?
La tecnología nos facilita encontrar lo que queremos y eso se traslada en mirar lo que nos gusta. Por otro lado, la multiplicación de pantallas y cámaras, la miniaturización, el todo en uno (máquinas de visión y reproducción) y la velocidad de la información desencadenan un torrente de información poco o nada controlable. De esta manera, la vigilancia se convierte en autovigilancia y somos nosotros mismos quienes publicamos nuestra vida interior a tiempo real con un smartphone.
¿Cómo cree que ha influido la tecnología en el voyeurismo?
Lo esencial, lo primigenio del acto de mirar, el aspecto psicológico, sensorial y espacial, que nos lleva a estar atentos a dirigir la vista hacia un objeto o a observar a alguien perdura.
Una de las piezas de la exposición muestra una ventana entreabierta que incita a mirar incluso al más discreto…
Mirar a través de la ventana, el descubrir la paradójica virtud que consiste en abstraernos del mundo para encontrarle algún sentido o la reconciliación de uno mismo con uno mismo, se ha repetido a lo largo de la historia por grandes artistas y cineastas como Dalí, Edward Hopper, Alfred Hitchcock y John Schlesinger. Y es que, la ventana, junto a otros motivos visuales (las escaleras, los trenes, la lluvia, el mar, los teléfonos, los espejos, el horizonte, etc.) en realidad son instantes, escenas o momentos significativos que, a través de la permanencia en el tiempo, constituyen tópicos dentro del espacio del arte.
¿Va a profundizar en este proyecto en un futuro o trabajará en otra línea?
Si bien el proyecto de “La dictadura de la mirada” nació expresamente para la beca y con unos elementos tecnológicos sencillos. En un futuro cercano y a raíz de los resultados obtenidos en el proceso de investigación, quiero profundizar en ciertos aspectos que están relacionados con la mirada y la dimensión temporal del acto.
Alicia de Lara