Crisis climática: paso a la acción
Olas de calor, contaminación del aire, muerte de los arrecifes de coral y subida del nivel del mar son algunas de las consecuencias del cambio climático. Para revertir esta situación y tratar de reducir las emisiones de CO2 a nivel mundial, los Gobiernos de todo el mundo se reúnen en la Conferencia de las Partes (COP25), la cumbre sobre el clima con la que se busca alcanzar decisiones políticas a nivel internacional, que este año se celebra en Madrid.
El cambio climático antropogénico ha provocado un aumento de 1ºC de la temperatura media del planeta. Por eso, la ONU ha puesto un plazo de 12 años para evitar el desastre climático. No obstante, según el investigador de Edafología Ambiental de la UMH José Navarro Pedreño, esta cifra puede ser variable y quizá se traten de 10, 12 o 15 años. El profesor apunta que el objetivo de dar un plazo concreto puede ser concienciar y, así, evitar que la situación se vuelva irreversible.
La acción humana también ha provocado una pérdida alarmante de especies silvestres, en lo que se ha denominado la Sexta Extinción masiva. Su principal causa es la degradación del hábitat, seguida del comercio ilegal de especies para consumir carnes exóticas y medicinas alternativas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los seres humanos, por el simple hecho de existir, van a contaminar cuando desechan y también porque, para sobrevivir, necesitan alterar su entorno.
Por eso, el coordinador de la Oficina Ambiental de la UMH Antonio Guerrero apuesta por implementar las medidas que sean necesarias para mejorar y perjudicar el planeta lo menos posible. Guerrero propone, por ejemplo, aplicar la economía circular para reducir la entrada de materias primas vírgenes, así como la cantidad de desechos emitidos en el ciclo de producción.
Pero hay otras medidas que pueden ayudar al medio ambiente. El profesor de la UMH Manuel Jordán participa en un estudio pionero con el que se ha obtenido un nuevo material de tipo vitrocerámico a partir de lodos contaminados por cromo tóxico. Este nuevo material puede ser una alternativa eficaz y real para reciclar residuos industriales que pueden resultar tóxicos.
Aunque es importante la adopción de medidas políticas y el desarrollo desde la ciencia de nuevos materiales menos contaminantes, los usuarios también pueden contribuir a reducir la huella de carbono, por ejemplo, mediante la utilización de placas solares en sus casas. La energía fotovoltaica ayuda a la descarbonización y también a mejorar la calidad del aire.
No obstante, una de las formas en las que los ciudadanos pueden mejorar la calidad ambiental es reduciendo el consumo de plástico. Según el primer estudio de todo el plástico manufacturado, hemos fabricado 8.300 millones de toneladas métricas de plástico virgen. De esa cantidad, tan sólo el 9% se recicla, frente a un 12% que se incinera y un 79% que se acumula en vertederos o en el medioambiente.
Además, también están surgiendo nuevas aplicaciones que pretenden aprovechar las tecnologías móviles para reducir la huella de carbono. Estas medidas y la responsabilidad en el consumo pueden ayudarnos a cumplir el objetivo de la cumbre de mantener la temperatura media mundial por debajo de 2ºC.
Aunque el cambio climático es una constante en el ciclo de vida de la Tierra, la actividad humana ha acelerado enormemente este proceso hasta provocar una crisis ambiental en la que los ecosistemas no pueden adaptarse a los cambios. Ahora nos corresponde a nosotros impedir que el planeta se siga calentando, comparte las medidas que has tomado para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.