¿Cómo enfrentarse a las altas temperaturas?
Con la llegada del verano el termómetro se dispara y por ello, es importante seguir una serie de recomendaciones para sobreponerse al calor intenso de la mejor forma posible. El profesor y coordinador de UMH Saludable Sergio Hernández Sánchez aconseja tomar una serie de medidas en los meses estivales:
Estar bien hidratado
Es importante tomar mucha agua sin esperar a tener sed. Además, también podemos hidratarnos a través de frutas como la sandía, el melón o la nectarina, que son las más habituales en verano y las que contienen mayor cantidad de agua. Se recomienda siete u ocho vasos diarios de agua, alrededor de unos 2 litros, para mantenerse correctamente hidratado ante las altas temperaturas u en las olas de calor. Además, no se debe abusar de las bebidas con cafeína, ni del alcohol ni de los refrescos azucarados.
Aliméntate bien, come y ligero
Es recomendable comer a menudo, eligiendo platos ligeros que también contribuyan a mantenerte hidratado: ensaladas, verduras a la plancha, escalibada o sopas frías como el gazpacho andaluz. De esta forma se favorece la digestión y se contribuye a mitigar los efectos del calor. Se deben evitar las comidas copiosas, porque aumentan la temperatura corporal y nos harán sentir más pesados y calurosos.
Evitar salir durante las horas centrales del día
Principalmente entre las doce del mediodía y las seis de la tarde más o menos ya que es cuando se concentran las temperaturas más altas. Si tenemos que salir, la mejor opción es vestir ropa de algodón y de colores claros (los oscuros absorben más el calor). No olvides llevar agua para beber, y puedes utilizarla incluso para remojar un poco la ropa o refrescarte la cabeza y el cuello para caminar un poco más fresco. Intenta estar la mayor parte del tiempo, en lugares frescos, con sombra o climatizados. En esta franja horaria donde hace más sol y calor, evita practicar deportes al aire libre, ya que puede ser una causa de insolación.
Aprovecha las sombras
Procura permanecer en lugares frescos, a la sombra o climatizados. Y en la playa, recuerda llevar siempre la sombrilla para protegerte y estar más tranquilo.
No olvides protegerte la piel del sol
Es muy importante proteger la piel con un protector solar de un factor de protección lo más alto posible, especialmente en los niños. Además, se debe renovar la protección cada dos o tres hora, especialmente en los días de playa o piscina. Recuerda que incluso la sombrilla puede dejar pasar hasta un tercio de la radiación ultravioleta. El uso de gafas de sol y gorra ayuda a mejorar la protección frente a los efectos del sol.
Usa ropa ligera, holgada, de tejidos transpirables
Elige calzado cómodo, que deje “respirar” a tus pies y que no te haga daño. Recuerda que los colores claros atraen menos los rayos del sol y hacen que la sensación de calor sea menor.
Mantén la casa lo más fresca posible
En los momentos en que el sol incida directamente en tu vivienda es recomendable bajar las persianas y utilizar ventiladores o aparatos climatizadores.
Cuidado con el coche
Intenta conseguir una buena temperatura interior antes de iniciar la conducción porque el calor excesivo puede producir somnolencia e irritabilidad al volante.
En caso necesario, pide ayuda médica
Si los síntomas que pueden provocar las altas temperaturas (dolor de cabeza, confusión o mareo, angustia, fiebre, etc) se prolongan más de una hora, acude al médico.
Disfruta el verano, cuidándote y cuidando de los tuyos