Andrew P. Tarko: “Los jóvenes que reciben una educación vial temprana conducen de manera más segura”
El director del Centro para la Seguridad Vial de la Purdue University de Indiana, Andrew P. Tarko, abrió ayer las IX Jornadas “El accidente de tráfico y su entorno”, organizadas por el centro Crímina de la Universidad Miguel Hernández. Con su conferencia sobre los diferentes modelos de seguridad vial, Tarko ha incidido en que se trata de una disciplina compleja, en la medida en que ni ellos mismos son capaces de determinar de manera exacta los factores que influyen en la conducción, sin necesidad de recurrir a los accidentes como método de evaluación: “Seguimos sin saber en qué medida los factores psicológicos determinan los accidentes, por ejemplo”.
Dentro de las tres metodologías de trabajo que se llevan a cabo desde la Purde University de Indiana: experimentales, observacionales y quasi experimentales, la última presenta unos resultados más convincentes. Así, uno de los últimos estudios sobre reducción de accidentes en zonas de trabajo pretendía medir el efecto que causaba en los conductores la colocación de coches patrulla de la policía en la carretera, la posición de los mismos y la presencia de señalización variable en las carreteras. Los resultaros demostraron cómo la colocación de coches patrulla no provocaba que los conductores redujeran la velocidad de los vehículos en las zonas de un solo carril, mientras que los paneles de señalización variable en carreteras de más de un carril sí que lo hacían.
[image src=”https://umhsapiens.com/wp-content/uploads/2013/03/DSC_1609.jpg” width=”300″ height=”205″ lightbox=”yes” align=”left” float=”left”] Sin embargo, el más destacado de los estudios a los que ha hecho alusión Andrew P. Tarko demuestra que la educación vial es uno de los mejores métodos para la prevención de accidentes. Para ello se crearon tres grupos distintos: población que no había recibido formación antes de obtener el carnet de conducir, otros que sí la habían recibido y, por último, los que recibieron esa educación vial a posteriori. Los resultados demostraron que aquellos que habían recibido una educación vial temprana reducían la media de accidentes de tráfico en un 6%, mientras que los que la recibieron más tarde, sólo lo hacían en un 2,4%. Además, los primeros continuaron con esa tendencia a la baja pasados 6 años, mientras que los que recibieron una educación vial tardía habían olvidado lo aprendido.Tarko inauguró así unas jornadas que continúan hoy con diferentes charlas sobre la publicidad y la seguridad vial o la regulación de esta materia mediante el código penal. Hoy viernes las charlas están centradas en talleres más dinámicos sobre prevención y reconstrucción de accidentes. La conferencia “El tráfico, la movilidad y la seguridad vial en los núcleos urbanos: seis milenios de historia” a cargo de Fernando Miró, director del Centro de Investigación Crímina, cerrará la jornada.