La Terapia Ocupacional mejora el día a día con el trabajo de las capacidades

Un niño con problemas de coordinación, un adulto que se recupera después de un accidente cardiovascular o una persona mayor que trabaja para mantener sus capacidades en buena forma el mayor tiempo posible. Estos son algunos ejemplos de las posibilidades de actuación de la Terapia Ocupacional que fomenta la autonomía, la independencia y el desempeño de las capacidades, según las necesidades de cada paciente.

La responsable de la titulación en la UMH, Alicia Sánchez, aporta una definición breve y sencilla: “La Terapia Ocupacional es una profesión sociosanitaria cuyo objetivo principal es que la persona con quien se trabaja sea lo más independiente posible para realizar las actividades de la vida diaria; desde vestirse, hasta ir a trabajar”. El campo de actuación de estos profesionales no se limita a casos en los que existe un problema motor o cognitivo. También, abarca situaciones sencillas como vestirse, relacionarse, buscar trabajo o ir a clase, que pueden suponer una dificultad para quien se recupera después de una dependencia o una alteración en su área social. En estos casos, como explica Alicia Sánchez, el terapeuta trabaja sobre las rutinas de la vida diaria para que el paciente sea capaz de enfrentarse a una entrevista de trabajo, a hacer la compra o a encontrar actividades de ocio alternativas.

Los profesionales en este ámbito son conscientes del desconocimiento social que existe en torno a la profesión. Aunque la titulación se imparte en 18 universidades españolas, es frecuente que las funciones que desarrolla un terapeuta ocupacional se encuentren difusas en la percepción colectiva.  El próximo número de UMH Sapiens acercará al lector la labor que desempeña el terapeuta ocupacional, en  las diferentes etapas del ciclo vital.

Belén Pardos

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