¿Son peligrosos los vehículos silenciosos?
La irrupción de los vehículos eléctricos e híbridos supone un alivio para la contaminación de las ciudades desde el punto de vista ambiental y acústico. El cambio del sistema de propulsión ha conseguido, además de mitigar los gases contaminantes, reducir el ruido exterior producido por los vehículos.
Sin embargo, los vehículos silenciosos resultan peligrosos, tanto para el tráfico como para los peatones y ciclistas que no pueden detectarlos. Los vehículos motorizados generan ruido en dos direcciones: hacia el interior del vehículo hasta el exterior. Este ruido exterior es el que percibimos como el ruido de tráfico, y depende tanto del sistema de propulsión como del contacto del neumático con la calzada al rodar. A bajas velocidades, inferiores a quince kilómetros por hora, el ruido predominante es el del sistema de propulsión. A partir de ahí, según se incrementa la velocidad, el ruido producido por el rozamiento calzada-neumático toma mayor relevancia y, por tanto, el sistema de propulsión pasa a un segundo plano.
A fin de mitigar el problema que supone para el tráfico la presencia de vehículos silenciosos a baja velocidad, las Administraciones han puesto el uso de sistemas acústicos de advertencia en vehículos eléctricos e híbridos. Estos sistemas generadores de ruidos permitirán salvaguardar la integridad de peatones y ciclistas al mismo tiempo que darán a las marcas la posibilidad de definir una nueva identidad a través de sonidos exclusivos.
Ramón Peral, profesor de la Escuela Politécnica Superior de Elche.