Dos miembros del Parque Científico de la UMH, entre los 100 mejores jóvenes emprendedores del mundo
Raúl Torres y Raúl Verdú han creado el primer cohete de combustible líquido en España
Kairos Society, una organización estadounidense dedicada a la búsqueda de nuevos talentos emprendedores universitarios en todo el mundo, ha incluido a los desarrolladores de la empresa PLD Space, Raúl Torres y Raúl Verdú, en su prestigiosa lista de los 100 mejores emprendedores menores de 30 años.
El proyecto que están llevando a cabo consiste en desarrollar nuevos métodos de propulsión para vuelos de cohetes en el sur de Europa. Según Verdú, el trabajo que están realizando es “pionero, ya que solo se hacía algo parecido en los países del norte, principalmente en Suecia y Noruega”. Torres y Verdú, junto con Eleazar González y Mariano Alfaro, los otros dos ingenieros que integran la empresa, han conseguido desarrollar el primer cohete con un motor de combustible líquido en España. Por el momento, la empresa es de ámbito nacional, pero desde la compañía afirman que el objetivo es “poder llegar también a otros países del sur de Europa, del norte e incluso a Estados Unidos”.
La organización Kairos Society se dedica a buscar nuevos emprendedores universitarios en el mundo
PLD Space es un proyecto “ambicioso”, según Verdú, y ahora mismo sus integrantes se encuentran en el Aeródromo de Teruel, donde han alquilado una parcela para llevar a cabo el montaje del motor y las primeras pruebas.
PLD Space se inició en 2011 en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche como un proyecto académico que sorprendió a sus evaluadores. Esto llevó a los dos alumnos a recibir el apoyo “total” de la institución, según Raúl Verdú, que asegura que les facilitaron “todos los medios técnicos y de espacio” que necesitaron. “No solo nos dieron las instalaciones para poder llevar a cabo las investigaciones que necesitábamos (la empresa sigue instalada en el Quorum IV de la Universidad), sino también ayuda para conseguir financiación y una importante agenda de contactos, que para unos novatos como éramos nosotros fue vital”.
Alberto J. Losa