Una ciudad en el laboratorio
Street Lab es un proyecto de la Universidad Miguel Hernández de Elche, único en su tipo. Consiste en una plataforma de más 200 m2 que incluye un conjunto de instalaciones, servicios y medios técnicos para la realización de estudios avanzados de movilidad, orientación y actividades de la vida diaria en personas ciegas o con baja visión. Las instalaciones y equipos se han financiado con fondos FEDER europeos, a través de la Conselleria de Innovación de la Generalitat Valenciana, por el Centro Internacional para la Investigación del Envejecimiento, la Fundación de la Comunitat Valenciana (ICAR) y por la Cátedra Bidons Egara de la UMH.
Cajeros, cafés y casas
Las nuevas instalaciones permiten realizar diferentes tipos de estudios en calles, espacios abiertos y en diferentes estancias del hogar. La plataforma incluye un entorno urbano completamente reconfigurable, donde se puede modificar la distribución de las calles y casas, así como las condiciones de iluminación y simular de manera muy realista diferentes sonidos y condiciones de exterior. Además, cuenta con diferentes tipos de obstáculos movibles de varias alturas (por ejemplo, macetas, bordillos, sillas, mesas, farolas, una parada del bus, un cajero, etc.), que pueden colocarse a demanda de los investigadores con la finalidad de que pueda ser un entorno seguro, pero lo más real posible.
El equipamiento, también, incluye sistemas de monitorización avanzada de los usuarios que permiten cuantificar numerosos parámetros como la precisión de la navegación, tiempo de los recorridos, velocidad de los sujetos, trayectorias realizadas, detección de obstáculos, número de colisiones, etc. Gracias a todo ello se puede cuantificar la funcionalidad de distintos tipos de ayuda y realizar proyectos de investigación fundamental y aplicada. La nueva plataforma también recrea entornos domésticos y cuenta con un apartamento totalmente amueblado, con dispositivos domóticos integrados que permiten simular actividades de la vida diaria y realizar estudios controlados en entornos físicos habituales y conocidos. Además, hay un entorno de realidad virtual con diferentes niveles de inmersión que incorpora una cinta deslizante de grandes dimensiones (2 metros de ancho por 3 metros de largo) que permite el desplazamiento real dentro de los entornos virtuales.
Este equipamiento se controla por un sistema inteligente que detecta a las personas y hace que el movimiento de la cinta se adapte a los movimientos y desplazamientos de los usuarios. El sistema, también, incorpora una cámara térmica que permite realizar estudios fisiológicos y biomecánicos muy precisos, así como simular diferentes patologías visuales como la visión de una persona con cataratas, glaucoma, retinosis pigmentaria o degeneración macular asociada a la edad. Además, incorpora importantes medidas de seguridad, como por ejemplo barras de sujeción laterales o un arnés de sujeción para evitar caídas.
Habitación de realidad virtual
Las instalaciones se complementan con un entorno de realidad virtual de 360° de grandes dimensiones diseñado para simular diversos ambientes de manera inmersiva. Este entorno cuenta con cuatro pantallas gigantes, cada una de 6 metros de ancho por 3 metros de alto, que rodean al usuario y permiten proyectar cualquier tipo de escenario o situación.
El diseño y capacidades avanzadas de esta plataforma ofrecen características y funcionalidades que no se encuentran en ninguna otra instalación similar. El director del proyecto e investigador de la UMH Eduardo Fernández, ha comentado que «Esta nueva plataforma permite una recreación fiel y detallada de muchos entornos complejos, lo que resulta fundamental para la investigación en múltiples disciplinas. Estamos convencidos que facilitará la investigación y el desarrollo de técnicas y dispositivos que puedan ayudar a mejorar la independencia y la calidad de vida de las personas con baja visión o ceguera, y que marcará una gran diferencia en cómo realizamos estudios y desarrollamos soluciones innovadoras y prácticas para las personas con problemas visuales”. Por su parte, el director ejecutivo de la empresa Bidons Egara, Joaquín López, ha añadido que “este equipamiento sirve para complementar y extender el trabajo que el Instituto de Bioingeniería de la UMH y la Cátedra Bidons Egara están haciendo en diversos proyectos de I+D+i relacionados con el desarrollo de ayudas para la rehabilitación visual”.
Este proyecto reafirma el compromiso de la UMH y la Cátedra Bidons Egara con la investigación y la innovación, a través del ofrecimiento de herramientas avanzadas que facilitan la inclusión y el progreso en el campo de la asistencia a personas con discapacidades visuales, mejorando así su calidad de vida y autonomía.