Proteger las colonias de gatos callejeros supone una grave amenaza a la biodiversidad

“Lo ideal sería que no hubiera gatos domésticos en el medio ambiente, como ocurre con los perros”, Eneko Arrondo, investigador del Área de Biología Aplicada

El pasado 5 junio celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente. Es la ocasión ideal para que los humanos nos planteemos de qué forma interactuamos con el resto de la naturaleza y las consecuencias que esa interacción conlleva. Si hay un tipo de relación con el entorno que refleja la influencia que la existencia humana ha tenido y tiene en el medio ambiente, esa es la que materializan los animales domésticos, como es el caso de los gatos.

Los gatos han formado parte de nuestras vidas desde hace más de 9.500 años. Actualmente, muchas personas conviven con estos felinos ya domesticados. Los amantes de esta especie suelen conocerlos desde los bigotes hasta la última garra de su pata. En estos casos, las personas que se ocupan de sus compañeros felinos, les proporcionan un lugar donde vivir donde no afecten a la fauna de su alrededor. 

Sin embargo, una población muy grande de gatos se encuentra viviendo en las calles, asilvestrados, y afectando gravemente a la biodiversidad. Esta última situación es la que refleja un reciente artículo publicado en Conservation Science and Practice. Hoy, entrevistamos al investigador del Área de Biología Aplicada de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) Eneko Arrondo, coautor de ésta y otras importantes publicaciones sobre ecología, para saber de primera mano las conclusiones del estudio.

El tema central del paper son las consecuencias que suponen las colonias de gatos callejeros para la biodiversidad. Arrondo afirma que los dos grandes ejes de los efectos de los gatos asilvestrados son: la muerte por predación de ciertas especies  y la transmisión de enfermedades. Con respecto a la solución, el investigador comenta que la esterilización masiva, de poder aplicarse de manera efectiva, solo funcionaría a largo plazo, pero sigue sin resolver problemas urgentes: “Un gato en la calle, vacunado, esterilizado y en condiciones sanitarias óptimas, es un gato que sigue cazando durante los muchos años de vida que le quedan”, sostiene Arrondo.

Además, el investigador recuerda que la opción de la esterilización masiva se enfrenta a otro inconveniente:  solo funciona en poblaciones cerradas y en ambientes en los que se puede conseguir que no haya más escapes o más abandonos. Ambientes muy difíciles de conseguir, cuando no directamente imposibles. Y es que, por ejemplo, según estudios realizados en 2021 por la ‘Fundación Affinity’, aproximadamente 124.000 gatos fueron abandonados en el año 2020.

Es por esto por lo que, pese a la polémica que ha despertado la propuesta, el investigador explica que, desgraciadamente, el sacrificio masivo es la opción que ha demostrado ser más eficaz para afrontar este problema y conseguir que las poblaciones de gatos callejeros desaparezcan. Las cuestiones éticas que puede despertar esta iniciativa ha dado lugar a debates, aunque la comunidad académica sí coincide en la necesidad de, en cualquier caso, retirar a los felinos. “Lo ideal sería que no hubiera gatos domésticos en el medio ambiente, como ocurre con los perros”, insiste el biólogo.

Con respecto al anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales aprobado el pasado mes de febrero en Consejo de Ministros, el investigador afirma que posee muchos puntos criticables. Resalta que desde la comunidad académica se han realizado diversas enmiendas que espera sean tomadas en cuenta. Arrondo indica que hay aspectos que el anteproyecto trata de forma superficial, cuestiones importantes que afectan a la biodiversidad. Además, la Ley protegería a las colonias felinas, una acción que supondría privilegiar a una especie sobre muchas otras que se ven amenazadas por la primera.

En definitiva, es una situación que requiere de una inversión de tiempo y trabajo arduo que necesitará, por un lado, desde las Administraciones Públicas, una organización y movilización muy grande de recursos. Por otro lado, desde la ciudadanía, como indica Arondo, es imprescindible “un trabajo enorme de concienciación”.

Para saber las conclusiones de este estudio y el abanico completo de soluciones que se plantean para enfrentar este desafío, escucha el podcast con las declaraciones completas del investigador de la UMH Eneko Arrondo:

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