“Es un reto a conseguir que la ciencia forme parte del día a día de la gente y no solo del ámbito de expertos”
Entrevista a Luis Quevedo, biotecnólogo y divulgador científico, por nueve alumnos del Máster de Historia de la Ciencia y Comunicación Científica
Luis Quevedo, biotecnólogo y divulgador científico, lleva más de una década dedicándose a acercar la ciencia a públicos muy diversos. Comenzó su andadura en el mundo de la divulgación como guionista del programa Redes de Eduard Punset y, desde entonces, ha trabajado en formatos tan diversos como documentales transnacionales, podcasts y programas de entretenimiento televisivo del prime time en España. En esta entrevista realizada por nueve alumnos del Máster de Historia de la Ciencia y Comunicación Científica, el divulgador les dejó clara la importancia de tener una buena formación y documentación antes de enfrentarse a una entrevista
Estudiantes: Desde su formación en biotecnología, ¿cómo surge el interés por la comunicación científica?
Luis Quevedo: La verdad es que no tengo una idea clara de cómo surge el interés. De pequeño me encantaba leer y escribir, quería ser escritor y llegué a dirigir el periódico de la escuela.
Empecé la carrera de Filosofía, pero la dejé porque no era exactamente lo que buscaba y me introduje en el mundo de la biotecnología, que estaba en auge en aquel momento. Hablamos del año 99, 2000, 2001, y del proyecto genoma humano. Tras terminar la carrera inicié mi investigación en laboratorio, aunque mi destreza manual me impidió continuar este camino, por lo que me dediqué laboralmente a la hostelería. La añoranza del mundo académico me llevó a cursar un máster de la Universidad Pompeu Fabra en Comunicación.
Realicé unas prácticas de programador web, por lo que conocí el mundo de Redes, de la mano de Punset y Smartplanet, y me encantó. Aquí es donde empieza mi mundo de amor a la TV y a la divulgación. Además, me gustaría destacar que Punset fue toda una escuela
¿Su carrera en comunicación fue un triunfo desde sus inicios?
Después de Redes comencé con proyectos propios, como Tres14, teniendo mi primer fracaso; fue una buena bofetada de la que aprendí y posteriormente me reinventé
¿Cómo influye su experiencia previa en su proyección profesional en EEUU?
Creía que tenía suficiente experiencia para llegar a EEUU y triunfar y me di cuenta de que no. No me sirvió para absolutamente nada, tuve que empezar de cero
¿Cree que el aspecto físico tiene importancia en el mundo de la comunicación?
Hay papers que correlacionan el atractivo físico con cualquier proceso de selección laboral: ser hombre, ser más alto, con voz más profunda, etc. puede ser un añadido en cualquier campo y no es distinto en la comunicación científica. Sin embargo, si examinas quiénes son los “gigantes de la comunicación”, esta regla de tres no sirve para nada, esto sirve para el montón. Aquí entra en juego la telegenia, la importancia de ese lenguaje no verbal que “atrapa”
“No existe una única comunicación científica, ni una manera única de
abordar una comunicación“
¿Es el mundo de la comunicación un espacio masculinizado, en su opinión?
Todo lo contrario, la literatura que se encuentra al respecto demuestra que es principalmente femenino
¿Cuáles son los principales retos de la comunicación científica? ¿Qué se debe tener en cuenta para hacer una buena divulgación?
La comunicación científica en España, en el ecosistema español, ha mejorado muchísimo en la última década, actualmente es más rico y variado. Como retos a conseguir: sería interesante que creciera en masa, es decir, que se involucre más gente, y de esta forma por proporción conseguiríamos más gente buena en comunicación y experta en el ámbito. También utilizar estrategias muy españolas como intercalar el humor con las noticias me parece una buena opción y se obtendría como consecuencia una normalización de la difusión de las noticias de ámbito científico. Que la ciencia forme parte del día a día de la gente y no solo del ámbito de expertos.
Entonces ¿está de acuerdo con utilizar medios no puramente científicos para la divulgación y con la presencia de la divulgación científica en medios no especializados o más generalistas?
‘Muy interesante’ y ‘Quo’ ponen sexo en las portadas en verano porque venden más. ¿Es eso baja divulgación? No lo es. Es divulgación y llega a más público. Habitualmente suelo divulgar en lugares con amplia audiencia y, pese a hacerlo de una forma más superficial, el público al que llega es mucho mayor que con programas en los que la divulgación es mucho más profunda y académica como, por ejemplo, los programas de ‘La 2’
Es un buen objetivo tener diferentes maneras y distintas representaciones de perspectiva científica para una audiencia variada porque no existe una única comunicación científica ni una única manera de abordar la comunicación. Hay que valorar el vector resultante que se conseguiría si en un programa hacemos de todo y se normaliza la perspectiva científica en ellos.
Merece la pena conseguirlo y en un país como España nos conviene. Cuando abunde la comunicación científica y el “ilustrismo”, podremos discutirlo de nuevo. Hasta entonces, corporativismo en cualquier ámbito.
¿Qué posibilidades ve en la divulgación científica en las redes sociales? ¿Cómo debería hacerse en estos medios?
Al igual que el resto de medios, tienen limitaciones. Se opera como si las redes no las tuvieran, y, como la radio, la televisión y los periódicos, las tienen. Para mí, lo importante es que se aprovechen esos medios, conociendo estas limitaciones. Son medios en evolución.
La ciencia cambia mucho según el ambiente en el que se encuentre. ¿La comunicación científica cambia en cada contexto y en cada país?
Sí, cambia todo. En el mundo anglosajón, el fact-checker se tiene dentro de los medios. No importa que no haya suficiente dinero, siempre está presente. La consulta a varias fuentes y el rigor de las mismas es indiscutible; se invierte mucho tiempo en realizar todo de forma correcta, y los oyentes y lectores así lo esperan.
Ese crecimiento de masa crítica que comentamos, y que con suerte está viviendo España con un ecosistema mucho más joven que Estados Unidos para la comunicación científica, tal vez promueva el cambio y la gente exija el rigor necesario para comunicar.
¿Cómo cree que la pandemia ha influído en la comunicación científica y en que la ciencia sea portada en la comunicación social?
Las noticias novedosas e impactantes duran en portada aproximadamente un mes. La parte más sorprendente dura poco. Sin embargo, la astenia, y en este caso particular el hastío pandémico, es lo que perdura y puede crear una asociación negativa con el mundo científico para el público en general. Por lo que espero que no se mantenga mucho tiempo. Probablemente tendrá un legado mixto para los “pro” ciencia y para los “anti” ciencia. Durante estos meses se ha visto la cara más oscura de la ciencia, que desprovista de contexto se puede entender muy mal. En mi opinión, se ha expuesto a mucha gente al “veneno” de la ciencia, se ha dado a conocer y esto sí es maravilloso.
Por eso espero vocaciones científicas de gente joven que “ha visto la luz” y que en otro contexto no habría tenido la oportunidad de entrar en contacto con la ciencia.
“Espero vocaciones científicas de gente joven que ha visto la luz”
Y, personalmente, ¿cómo lo ha vivido? Ha sido una oportunidad para que la ciencia salga a la calle. ¿Se ha hecho bien?
Llevaba ventaja porque había vivido la ciencia en directo durante la crisis del Zika, que en el continente americano fue muy fuerte, así que conocía esta situación. La comunicación científica ha hecho un buen trabajo durante este año.