¿Vivimos rodeados de plantas tóxicas?
Plantas y flores conviven con nosotros en nuestro día a día. Paseando por nuestra ciudad podemos encontrar una gran variedad de vegetación en parques, jardines e incluso en las carreteras. Sin embargo, a pesar de la belleza que presentan, muchas de ellas pueden resultar tóxicas tanto para los humanos como para los animales. Por ello, es imprescindible saber reconocerlas.
Algunas de las plantas tóxicas más habituales en las ciudades son las adelfas y la trompeta de ángel. Ambas, pueden resultar incluso mortales. La razón por la que se siguen plantando en lugares públicos es debido a que son bonitas y requieren de muy poco cuidado. No obstante, son muy peligrosas.
Las adelfas forman parte del paisaje habitual de jardines públicos y medianas de las carreteras. Sin embargo, su nivel de toxicidad es tan alto que con tan solo 10 o 15 hojas bastaría para matar a un caballo. Todas las partes de las adelfas, desde las raíces hasta las semillas o el néctar contienen toxinas capaces de provocar insuficiencias cardiacas tanto en personas como en animales. Incluso el humo que resulta de quemar esta planta es tóxico.
La trompeta de ángel es una planta fácil de reconocer por sus grandes flores en forma de campana, amarillas y colgantes. Contiene atropina y escopolamina, unas potentes drogas que actúan en el sistema central y por ello, son muy peligrosas. Además, la escopolamina se absorbe muy fácilmente a través de la piel y las membranas mucosas por lo que se debe evitar tocar las flores.
