Alrededor del 12% de la población española padece dolor crónico
El dolor crónico, experimentado en algún momento de su vida por el 12% de población española, fue el tema central de la Jornada de Ciencia con Tapas, organizada por el Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. Tal y como explicó el director del IBMC, Antonio Ferrer Montiel, las cuestiones relacionadas con el dolor suponen un tema sensible que presenta una paradoja: “El dolor es bueno y es malo al mismo tiempo. Puesto que la vida sin dolor no existe. De hecho el dolor es una señal de alerta indispensable para la supervivencia”.
A juicio de Ferrer Montiel, el reto actual para el desarrollo de analgésicos para paliar el dolor se centra en eliminar el dolor patológico, pero sin afectar a ese dolor que sirve de alerta: “Ese es uno de los mayores retos en términos científicos en la actualidad”, subrayó el experto. Asimismo, el director del IBMC señaló que los avances científicos en este terreno se producen lentamente por diversos factores, entre ellos, la falta de traslación de los resultados de laboratorio a la aplicación en humanos y el hecho de que el dolor viene originado por causas diferentes y, por lo tanto, no existe un único tratamiento. “Estos son los dos principales factores que complican los avances en este campo, pero se prevé que en los próximos años haya medicamentos con mayor eficacia para tratar el dolor crónico y mejorar la calidad de vida de las personas que lo sufren”, subrayó el experto.
En relación a los tipos de dolor existentes, la profesora de Farmacología de la UMH Clara Faura Giner explicó que es posible diferenciar entre dolor agudo y dolor crónico. En este sentido, la experta señaló que aunque el enfoque terapéutico debe ser regular en los dos casos, cuando se trata de dolor agudo es necesario aplicar tratamientos de efecto rápido, mientras que para hacer frente al dolor crónico, se aplican tratamientos con efecto más a largo plazo. La profesora hizo hincapié en que el dolor crónico influye psicológicamente en el estado de ánimo del paciente y que ese estado de ánimo afectado, a su vez, también influye en el propio dolor, de manera que se produce una retroalimentación. Según la experta: “Lo adecuado para el tratamiento es empezar con el fármaco menos potente que pensemos que puede ser eficaz”. Tal y como informó Faura Giner, los analgésicos opioides son los más potentes, pero pueden provocar importantes efectos secundarios, dependiendo de la tolerancia y la dosis: náuseas, estreñimiento, riesgo de dependencia… Coincidiendo con Ferrer Montiel, la profesora señaló que la variabilidad de los pacientes dificulta los avances en este terreno.
Por su parte, el doctor de la Unidad del Dolor del Hospital General Universitario de Alicante Luis Gómez Salinas calificó el dolor como crónico cuando su duración supera los seis meses y explicó que padecerlo puede sumir al paciente en una depresión intensa. Entre los factores de riesgo asociados al dolor cŕonico, Gómez Salinas señaló el sobrepeso y la edad avanzada. También mencionó que el 80% de los pacientes con cáncer lo experimentan. El doctor puso el foco en la problemática de los recursos sanitarios: “Alrededor de 120.000 personas padecen dolor todos los días en la provincia, mientras que médicos especializados en dolor crónico hay menos de 100. “Estamos hablando de un problema sanitario de primer nivel”, subrayó el experto.
Como de costumbre, la actividad se desarrolló en la Fnac de Alicante. El objetivo de las Jornadas Ciencia con Tapas es acercar la ciencia a la sociedad e involucrar a la población en la definición de los retos y los avances científicos del siglo XXI. Esta actividad se enmarca dentro del Aula Urbana de la UMH, una iniciativa de la Oficina de Comunicación, dependiente del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales, y que cuenta con el apoyo del Vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria de la UMH.
Alicia de Lara