En los últimos 10 años, se ha perdido el 92% del caudal de fuentes naturales de Cataluña. La pérdida de los ecosistemas fontinales es una seria amenaza a la biodiversidad.
Dada la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y el aumento de las temperaturas, se hacen necesarias más investigaciones que aborden cómo se conservarán en el futuro estos distintos paisajes.