María Gaetana Agnesi, la matemática ilustrada
María Gaetana Agnesi fue una filósofa, matemática, lingüista, filántropa, escritora y teóloga italiana referente durante la Ilustración. Se la considera la primera mujer en escribir un tratado de matemáticas como profesora universitaria.
Sus amplios conocimientos derivaron en la creación de la Curva de Agnesi, más conocida como la ‘Bruja de Agnesi’ debido a una mala traducción. John Colson, un traductor inglés, confundió la palabra versiera, que identifica la cuerda o cabo que hace girar una vela de navegación, con la palabra avversiera, que significa diablesa o bruja.
Esta curva fue estudiada antes por Pierre de Fermat en 1630 y tiene interesantes aplicaciones en física y estadística. Desde el punto de vista de la estadística, la distribución de Cauchy de una variable aleatoria se expresa como una Curva de Agnesi. Así mismo, en la física, pueden explicarse fenómenos de resonancia atómica cuando incide radiación monocromática sobre un electrón. La intensidad de esta radiación dependerá de la longitud de onda con que incide esta luz, y la relación entre estos dos parámetros puede representarse mediante la Curva de Agnesi.
La vida en la casa de Agnesi
María Gaetana Agnesi nació en Milán el 16 de mayo de 1718. Con nueve años conocía siete lenguas: italiano, latín, francés, griego, hebreo, alemán y español. Su padre, Don Pietro Agnesi, se preocupó por proporcionarle la mejor educación, por lo que tuvo acceso desde pequeña al estudio de disciplinas como filosofía, matemáticas, lógica, metafísica, geometría euclidiana y física experimental con grandes profesores de la época.
La casa de los Agnesi en Milán se convirtió en uno de los salones de la Ilustración católica lombarda más visitados por los intelectuales europeos, en cuyos debates María y sus hermanos también participaban para satisfacer el afán exhibicionista de su padre. La joven matemática podía discutir sobre temas tan diversos como lógica, botánica, cosmológica, ontología, mecánica y neumatología (la mal llamada “ciencia” de los espíritus), y sus opiniones quedaron recogidas en el libro que su padre publicó en 1738: Propositiones Philosophicae.
En 1748, a la edad de 30 años, María publicó su obra más importante: ‘Instituciones analíticas’.Un tesoro de mil páginas que sirvió para enseñar matemáticas en muchos países. El primer tomo trata del conocimiento contemporáneo en álgebra y geometría analítica, y el segundo sobre los nuevos avances en cálculo diferencial e integral, la materia que se estudiaba en aquella época. Esta obra la llevó a ser miembro de la Academia de Ciencias de Bolonia y a conseguir la cátedra de Matemáticas Superiores y Filosofía Natural de la Universidad de Bolonia. Pero nunca llegó a ocupar el puesto.
El cambio temprano en su vida
Con solo 34 años de edad, a la muerte de su padre, María decidió retirarse de las matemáticas para ejercer la caridad. Donó toda su fortuna a los pobres y dirigió el hospicio de Trivulzio. A partir de ese momento, se dedicó a la vida religiosa y la Teología.
Murió a finales del siglo XVIII, a los 80 años. Agnesi marcó un antes y un después en las matemáticas por su influencia en la divulgación del cálculo. De hecho es uno de los personajes más citados en las reflexiones sobre el papel histórico de la mujer en esta ciencia, ya que su obra ‘Instituciones analíticas’ es la pieza matemática de autoría femenina más antigua que se conserva. Aunque por un error su nombre siempre irá acompañado del calificativo de “bruja”, a los matemáticos no nos parece tan mal. Porque las matemáticas son como la magia pero sin mentiras.
Y si en la magia la gracia está en no saberse el truco, en matemáticas es justo lo opuesto. Como en un mundo de fantasía, en el universo matemático todo parece arbitrario y, al mismo tiempo, cualquier cosa es posible.
Elaborado por Santi García Cremades, profesor de Estadística e Investigación Operativa UMH.
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