Concienciar sobre el cambio climático
El Grupo de Investigación sobre Comunicación de la Ciencia ha comprobado que periodistas, científicos y miembros de la audiencia coinciden a la hora de señalar los problemas más importantes que tienen los medios de comunicación cuando informan sobre el cambio climático. Y de la literatura consultada se deduce que estas carencias son, en términos generales, similares en los diferentes países, y las mismas que ya señalaban los estudios publicados hace una década. Esto indica que no se ha avanzado en el problema y que las deficiencias se han instalado en el periodismo actual, a las que se suman otros obstáculos estructurales y económicos derivados de la propia crisis que afronta el periodismo. Esto origina vacíos que no solo afectan a la información sobre el fenómeno, sino a cualquier otro tema cuya naturaleza requiera mayores esfuerzos económicos y más recursos. Cualquier otro asunto complejo que vaya más allá del entretenimiento.
Sin embargo, esto no anula el hecho de que el cambio climático constituye el problema medioambiental más grave y, por lo tanto, es necesario que la sociedad tome conciencia. Además, se ha demostrado que los medios de comunicación son una buena herramienta para conseguirlo, al tratarse de la principal fuente de información sobre medio ambiente para el público. Por lo tanto, parece necesario que científicos, medios de comunicación y sociedad pongan de su parte para que la comunicación del problema adquiera un enfoque más transversal y, en definitiva, más efectivo.
Como mencionan los tres agentes consultados, el cambio climático es un tema que suele tener un enfoque político en los medios, pero esto no tiene por qué ser un problema. Es lógico que una vez superado el debate en torno al consenso científico, el asunto se halle ahora en la esfera política, desde donde se deben tomar las soluciones. El inconveniente es que no se debate sobre las posibles soluciones, sino que el cambio climático se utiliza de forma interesada para captar votantes. En este contexto, los medios sí pueden contribuir a sembrar una semilla de movilización social que exija a los dirigentes la puesta en marcha de políticas sostenibles.
Para esto es necesario luchar contra esas presiones políticas, empresariales y económicas que científicos, audiencia y periodistas denuncian. Una fórmula que se deduce del estudio es la necesidad de ser más creativos. Ha quedado demostrado que la receta de la reiteración que difunde el mensaje asociado a otros acontecimientos y recurre a los mismos iconos para crear impacto no es válida, puesto que el cambio climático se encuentra hoy en los últimos puestos en cuanto a prioridades sociales. El medio ambiente ha caído 13 puntos desde el año 2007, situándose en el último puesto, según el ranking de prioridades públicas del Pew Research Center 2012.
Una propuesta de mejora es que los medios acerquen el problema a la audiencia, no a través de un enfoque pesimista y repetitivo, sino informando sobre vías de actuación factibles y cercanas al público, que promuevan una conciencia sostenible. Por la responsabilidad social intrínseca a su naturaleza, deben adoptar una postura mucho más comprometida con el problema. Si es lícito que se posicionen hacia unas u otras ideologías, también lo es que promuevan la movilización por un tema de importante calado. Ante la falta de progreso en las mejoras para la comunicación del cambio climático y la menguante falta de interés por parte de la audiencia, ha llegado el momento de que los medios tomen una postura más activa, que no solo informen, sino que su objetivo sea concienciar sobre las consecuencias de este fenómeno progresivo que amenaza la supervivencia del planeta.
[image src=”https://umhsapiens.com/wp-content/uploads/2013/09/14072012287-1.jpg” width=”200″ height=”150″ lightbox=”yes” align=”left”]Alicia de Lara González
Profesora de Periodismo del Departamento de Ciencias Sociales y Humanas en la Universidad Miguel Hernández y redactora jefe de la revista UMH Sapiens
Forma parte del Grupo de Investigación sobre Comunicación de la Ciencia de la Universidad de Navarra