Estigmatizados por el alcohol: la discriminación silenciosa
Parece que continuamos subidos a la noria de la discriminación que, por tradiciones, por ideologías o por simple envenenamiento social, marcan las vidas de innumerables personas. Nos costó muchos años y esfuerzos pasar del vicio de beber a la consideración de que el bebedor patológico no es un vicioso, sino un enfermo. Ahora la pregunta es: ¿lo hemos conseguido?