Un huerto entre palmeras

Cuando un grupo de amigos de la Asociación de Vecinos Barrio Obrero de Altabix viajó al sur de Marruecos, algo en los paisajes les hizo recordar las fotografías antiguas de su ciudad. Aquellas imágenes de palmeras rodeadas de tierras cultivadas fueron el punto de partida de La Cuerna, un huerto ecológico urbano que pretende dar vida a una de tantas zonas de palmeras que en Elche son patrimonio, pero cuyos suelos están inutilizados.

La zona de cultivo, que emergió en la primavera de 2009 tras seis años de espera para que el Ayuntamiento aprobara el proyecto, cuenta con tres tipos de parcelas: las de ocio, destinadas a jubilados; las escolares, para los tres colegios del barrio; y las de la asociación de vecinos, donde cada persona que participa firma un contrato por el cual se comprometen a cuidar de su pedazo de tierra y a cederlo en caso de abandono, además de a respetar las normas de convivencia. Mariló Antón, Licenciada en Ciencias Ambientales y responsable de Educación Ambiental en La Cuerna, explica que la Oficina Ambiental de la UMH se incorporó al proyecto seis meses después de que se iniciara pero con los mismos objetivos: “Disponer de un espacio donde retomar el contacto con la naturaleza, recuperar las señas de identidad del palmeral y aprender agricultura.

Además, la Oficina Ambiental ofrece cursos de agricultura ecológica -de diez o doce sesiones durante seis meses- en los que se trabaja una hora y media presencial con un instructor y el resto de la semana se puede entrar a cuidar la parcela. “Los espacios de la UMH los cuidaba la gente de la Oficina Ambiental o voluntarios y cuando llegaba gente que nunca había trabajado el campo iba perdida. Por eso decidimos poner en marcha los cursos”, asegura Antón. Fruto también del impulso de la Educadora Ambiental, el huerto es ecológico, de manera que las personas que lo trabajan fabrican su propio compost natural y se emplean sólo fitosanitaros que estén autorizados por la agricultura ecológica.

La acción colectiva de la Asociación de Vecinos Barrio Obrero de Altabix y la experiencia de sus miembros en trabajar la tierra se han unido a los nuevos métodos de cultivo que emanan de jóvenes que desean retomar el contacto con la naturaleza. Una receta que ha convertido un suelo incultivable en un huerto ecológico urbano que a día de hoy da vida un barrio ilicitano.

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