Nacido para correr

El Proyecto Guepardo diseña una nueva moto para revalidar el título en la competición MotoStudent

A pesar de que el guepardo es uno de los animales más rápidos del mundo, el Proyecto Guepardo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche es un trabajo que se cocina a fuego lento. En cierto modo, comparte con este felino la capacidad de esperar en su guarida, contando los minutos para tener la moto a punto y vislumbrar la bandera a cuadros. Este equipo reserva velocidad y sorpresa para el momento clave: con el primer rugido de la moto.

El Proyecto Guepardo está desarrollado por estudiantes de la UMH con el objetivo de diseñar una moto que compita en el campeonato MotoStudent. Esta carrera, promovida por la Fundación Moto Engineering Foundation, consiste en que alumnos de distintas universidades internacionales consigan trabajar en un ciclomotor competitivo. Moto Student comenzó a principios de 2015 y acabará en octubre de 2016, cuando se celebra la carrera en el circuito Motorland de Aragón.

El objetivo del Proyecto Guepardo es conseguir un chasis adaptable a cualquier recorrido. El responsable del equipo de la UMH, Antonio Navarro, explica que ahora mismo los chasis que se fabrican son homogéneos para cualquier circuito, es decir, que no varían en función de las características del recorrido. El estudiante de la UMH señala que lo que pretenden conseguir es que, en cualquier carrera, sean capaces de adaptar las piezas a la pista dentro de unos parámetros económicos.

El Vicerrectorado de Relaciones Institucionales de la UMH, dirigido por María Teresa Pérez Vázquez, es el que apoya el proyecto en la Universidad. La vicerrectora cuenta que quedó maravillada con el trabajo de 2014, en el que el equipo de la UMH ganó la competición: “Fue una proeza que lo consiguieran sin ningún tipo de apoyo”. Pérez Vázquez asegura que en la anterior competición, el Vicerrectorado prestó ayuda en cuanto se enteró. “Para el nuevo proyecto aprobamos que había que seguir apoyando este tipo de iniciativas”, declara la vicerrectora.

Antonio Navarro considera que es posible sacar provecho a las oportunidades que la UMH ofrece a los alumnos: “Si un estudiante trabaja duro, es muy probable que la Universidad le apoye”. Por otro lado, María Teresa Pérez Vázquez señala que, aunque este trabajo quedó bajo la protección de su Vicerrectorado, pidieron a los alumnos la búsqueda de apoyo externo.

En este sentido, otro miembro del grupo de estudiantes, Juan Mulet, cuenta que, al no ser todavía profesionales, no resulta fácil encontrar empresas que les apoyen. Dado que no todas las puertas que han tocado se han abierto, el equipo ha tenido que trabajar en la imagen del proyecto para venderla al exterior. “Intentamos transmitir nuestra ilusión a las empresas”, señala Mulet, que añade: “Hemos querido presentar un proyecto serio, que esté a medio camino entre la universidad y un trabajo real”.

De esta ilusión habla María Teresa Pérez Vázquez cuando se le pregunta por los apoyos que han conseguido los estudiantes: “Muchas empresas se están subiendo a esta moto porque cuando uno cree en algo lo contagia a los demás”. Pérez Vázquez asegura que ella es la primera que se ha contagiado por la ilusión y que los apoyará el día de la carrera: “Pocos competidores van a tener la entrega de este equipo”. Además, la vicerrectora opina que estos jóvenes están promocionando su empleo de cara al futuro: “Quizás hasta terminen creando una escudería”.

La presión ha sido un factor con el que han tenido que contar los chicos y chicas del Proyecto Guepardo, especialmente por la repercusión que su actividad ha tenido. “Me cuesta explicar con palabras lo agobiado que me he podido sentir”, asegura Navarro, que añade que “es muy complicado dirigir a un grupo de personas y que todos den lo máximo posible”. Sin embargo, el responsable del grupo recalca que no se sienten intimidados por lo que se consiguió antes, ya que los mejores forman parte del proyecto.

Por otro lado, el estudiante Juan Mulet explica que hacen frente a dos retos. Uno de ellos es que, por ahora, son los vigentes ganadores y que su objetivo, a priori, es revalidarlo: “Siempre se mira con lupa al campeón y tenemos claro que con nosotros no va a ser distinto”. La otra presión es que el Proyecto Guepardo ha tenido una gran difusión. Mulet recalca que han conseguido que les conozca mucha gente y que esto, inevitablemente, les influye.

La vicerrectora destaca algunos aspectos que, a su juicio, son indispensables a la hora de hacer balance. “Están poniendo en práctica todo lo que han aprendido en las aulas, han sido capaces de trabajar en equipo y con el exterior en la búsqueda de patrocinadores”, señala. Además, la responsable de las relaciones institucionales de la UMH apuesta por impulsar el emprendimiento: “No es lo mismo que alguien te regale un pez todos los días, a que te regalen una caña y te enseñen a pescar”.

En lo que se refiere a la organización del trabajo, Antonio Navarro asegura que es un proyecto en el que quedan muchas cosas por hacer y que delegar en el resto de miembros es un acto de responsabilidad: “Tienes que confiar mucho en los que tienes al lado”. Por su parte, Juan Mulet cuenta que, a veces, hay tareas que no son de nadie en concreto pero que hay que llevarlas a cabo igualmente: “Ahí se ve la implicación de cada uno”.

El objetivo que persiguen en el proyecto es que el chasis sea muy rígido pero a la vez algo flexible, para que cuando el piloto frene o coja el gas de forma muy brusca perciba que tiene el control de la moto. Antonio Navarro explica que su idea es compatibilizarlo con un chasis en el que la rigidez sea variable. El estudiante recalca que “los chasis no pueden vibrar nada, tienen que ser compactos para que el piloto tenga buenas sensaciones y no disminuya su velocidad”.

Los plazos avanzan y en el Proyecto Guepardo trabajan a contrarreloj. “La moto está casi diseñada, solo queda que entreguemos los planos y la fabriquen”, señala el responsable del grupo. “Pronto tendremos las piezas disponibles para comenzar a ensamblar la moto”, apuesta Mulet.

La vicerrectora tiene muy en cuenta la importancia de un proyecto como este tanto para los estudiantes como para la UMH. La vicerrectora cree que el Proyecto Guepardo es muy positivo para la imagen de la universidad porque “es una proyección a nivel internacional”. Pérez Vázquez asegura que, estar del lado de los estudiantes supone un valor añadido para la Universidad.

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