Doctor José Luis Soto: “Los progresos contra el cáncer de las terapias avanzadas son muy ilusionantes, pero no existen curas milagrosas”

Los expertos están esperanzados con las posibilidades que brinda la inmunoterapia contra los tumores pero advierten de sus posibles efectos tóxicos

La doctora del Hospital General Universitario de Elche María Guirado Risueño explicó los beneficios de las nuevas terapias contra el cáncer derivadas del mejor conocimiento de la biología celular en una nueva jornada de Ciencia con Tapas. Se trata de una actividad organizada por el Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche que se organiza en la Fnac de Alicante con el objetivo de acercar la ciencia a la sociedad. Por su parte, el también doctor del mismo Hospital José Luis Soto Martínez insistió durante su intervención en que, hoy por hoy, la investigación y aplicación de estas técnicas es muy incipiente y que conlleva ciertos efectos tóxicos que pueden resultar letales para determinados pacientes.

Tal y como recalcó la doctora Guirao, lo más importante en la investigación contra esta enfermedad es conseguir establecer dianas que favorezcan la eficacia de los tratamientos dirigidos. Según los datos que ofreció la experta, las nuevas terapias avanzadas han conseguido grandes logros en la última década en determinados tipos de tumores, por ejemplo, en el caso del cáncer de pulmón, el más letal.

La inmunoterapia o terapia biológica consiste en la estimulación de las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer y se sirve de sustancias producidas por el cuerpo o fabricadas en un laboratorio para mejorar o restaurar la función del sistema inmunitario.

José Luis Soto explicó a los asistentes al acto el funcionamiento de la terapia conocida como CAR T,  que combinan la terapia celular, la genética y la inmunoterapia para crear “medicamentos vivos”. Se trata de una técnica en la que las células T (un tipo de célula del sistema inmunitario) del paciente se modifican en el laboratorio para que ataquen células cancerosas. Las células T se extraen de la propia sangre del paciente y, en un entorno controlado, se les añade el gen para un receptor especial. Este receptor es conocido como receptor de antígeno quimérico (CAR, del inglés “chimeric antigen receptor”) y se une a cierta proteína de las células cancerosas del paciente, de manera que grandes cantidades de células T con CAR se producen en el laboratorio y se administran al paciente mediante infusión. Las células T con CAR se unen a un antígeno de las células cancerosas y las destruyen.

Según apuntó la doctora María Guirado, en unos meses se dispondrá de la combinación de terapias clásicas con la inmunoterapia y aparecerán nuevas alternativas derivadas del mejor conocimiento de la biología de la celular, incluso del papel que juegan ciertos factores ambientales y de estilo de vida en el tratamiento, prevención y cura del cáncer. A juicio de los doctores, uno de los problemas a los que se enfrenta el sistema sanitario es a los altos costes que conlleva la adquisición de estos tratamientos, cifras que están llevando a gobiernos y farmacéuticas a establecer acuerdos de responsabilidad compartida para que sea viable administrarlos.

Esta actividad, que en cada ocasión se centra en un tema diferente de interés científico y social, se enmarca dentro del Aula Urbana de la UMH, impulsada por el Servicio de Comunicación, dependiente del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales, y por el Vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria.

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