Bienvenido León: “Es posible hacer un periodismo científico crítico y la clave está en equilibrar rigor y atractivo popular”

Periodista, productor, director, guionista y coordinador de reportajes informativos. La vida de Bienvenido León (Soria, 1961) está ligada al reportaje audiovisual, al género documental y a la naturaleza; tres pilares que le han conducido a ser uno de los directores de los festivales internacionales Telenatura y Urban TV desde su creación (2001 y 2002 respectivamente). Como profesor de Producción Televisiva y Divulgación Científica en la Universidad de Navarra, profesión que ejerce actualmente, León ha escrito diversos libros y artículos científicos y divulgativos centrados en la comunicación de la ciencia. Las VIII Jornadas Internacionales de Periodismo en la UMH le han llevado a ser el ponente de apertura, en una conferencia en la que León ha abogado por recuperar la función de “perro guardián” del periodista.

Pregunta. ¿Existe en el periodismo científico una posibilidad real de tener una actitud crítica o está destinado al mero entretenimiento?

Respuesta. El entretenimiento es un velo que lo tiñe absolutamente todo y también la divulgación y el periodismo científico. Eso en principio no es bueno ni malo, es un hecho y se trata de saber utilizarlo. Sí que es posible hacer un periodismo científico crítico, y hay programas y reportajes que lo hacen muy bien. La clave es conseguir el equilibrio entre, por una parte,  el rigor científico y, por otra parte,  el atractivo popular. En ese sentido el periodismo científico sí que ha cumplido tradicionalmente una función de perro guardián: de defender los valores de la sociedad en el campo científico. La ciencia y la tecnología, y la manera en que éstas se aplican, atraviesan absolutamente toda nuestra vida. El periodista científico cumple una función de poner en alerta a la sociedad sobre cómo la política actúa respecto a la ciencia.

P. Sin embargo, ha hablado antes de un país de pan y circo”. ¿Cómo le puede resultar al público atractiva la ciencia si se reduce la inversión y es algo que no preocupa a la agenda política?

R. Estamos en un momento de recortes en todo y, por desgracia, eso incluye la investigación y la ciencia. Un país que no investiga no tendrá científicos, no podrá tener patentes, no podrá tener desarrollo económico y dependerá siempre de los países que investiguen. No obstante, podemos pensar que el lugar que ocupa la ciencia en la agenda mediática, hasta cierto punto, solo tiene que ver con la agenda política. Cuando investigábamos más, la ciencia tampoco tenía mucho espacio en los medios de comunicación y en realidad siempre ha existido un déficit de información científica. Un estudio que hicimos midiendo la cantidad de noticias científicas que ocupaban la agenda mediática en los países más grandes de Europa demostró que, sumando todo lo que tiene que ver con ciencia solo se alcanzaba el 5% del total de las noticias. Mientras que, por ejemplo, los sucesos suponían un 12%.

P. Pero no es sólo una cuestión de cantidad sino también de calidad y, a menudo, da la sensación de que las noticias sobre ciencia están descontextualizadas y pueden conducir al sensacionalismo o al alarmismo social…

R. Es cierto y de hecho quien vea o lea informaciones sobre cambio climático se va a quedar siempre con la duda de qué ocurre realmente, porque efectivamente se trata de noticias descontextualizadas. Cuando hay un desastre natural, todo el mundo abre los ojos para ver qué es eso del desastre. Pero si no se explica mejor, si no se contextualiza, lo se percibe son fogonazos sueltos, retazos de información aislados, con los que se llama la atención de manera inmediata pero no se entiende el significado real de esos fenómenos naturales.

P. Entonces, ¿Cuáles serían las claves para elaborar un reportaje científico que resulte atractivo y a la vez cumpla con el rigor periodístico?

R. Así como para informar sobre otros temas no hace falta tanta investigación y especialización, para la ciencia sí es necesaria. Por lo tanto, el primer requisito es la especialización, porque no se puede saber de astrofísica, de química y de genética a la vez. La otra idea es la de trabajar la información en un momento en el que los periodistas no tienen tiempo prácticamente de trabajar al estilo convencional, con su agenda de fuentes a los que van llamando y mantienen en contacto. Por tanto, es necesaria una agenda de fuentes en las que el periodista confíe, a las que pueda consultar y a las que mantenga de manera activa.

P. ¿La sencillez debe ser una capacidad del periodista para hacer comprensible la información científica a un público general ?

R. Lo primero que debe pensar el periodista es a quién se dirige, y después si ese público le va a entender. En el caso de la ciencia es más complicado dado que puede haber comunicación especializada por una parte y divulgación científica por otra. Para un público amplio hay que contar las cosas de manera sencilla, que se entiendan, pero sin perder el rigor. Si transcribo tal cual una entrevista cometeré muchos errores, porque la mayoría de los científicos no están preparados para divulgar. De nuevo se trata de una cuestión de equilibrio, donde sin perder rigor hay que tener capacidad de simplificación.

P. ¿Se perdió el espíritu de Félix Rodríguez de la fuente o todavía hay un público fiel a los documentales sobre ciencia y naturaleza?

R. En el Estado español la tradición de Félix Rodríguez de la Fuente  se perdió no por falta de interés de la audiencia, sino porque la televisión pública no supo hacer su trabajo como debería. Él era un personaje único, inimitable. Pero si hubieran puesto los medios, se habría podido dar continuidad. La naturaleza es uno de los temas estrella de los documentales científicos, junto con la biología en general, la astrofísica y todo lo relacionado con la medicina y la salud, porque a todos nos afecta. La naturaleza siempre es sorprendente y así lo ha demostrado la BBC apostando por una serie documental llamada África, que se emite en horario de máxima audiencia, a las diez de la noche.

P. No obstante, Rodríguez de la Fuente trabajaba en soporte audiovisual, donde la espectacularidad de las imágenes hace que resulten muy atractivas. ¿La prensa o la radio se enfrentan a un hándicap añadido a la hora de hacer atractiva una información científica?

R. En mi opinión no, pueden ser atractivas en cualquier medio con fotografías, gráficos, etc. En este sentido, Internet es un soporte fantástico que brinda las posibilidades que no tienen los demás, sobre todo por la posibilidad de establecer diferentes niveles de lectura con hipervínculos, donde si te interesa entras al fondo del concepto y si no, sigues leyendo. De hecho, Internet ya es el primer medio de divulgación científica en España, superando a la televisión, según la última encuesta de participación social de la ciencia, de octubre del año pasado.

P. ¿Qué futuro le espera a la divulgación científica?

R. Crear videos para Internet sobre ciencia es una buena salida, financiados por patrocinadores o instituciones científicas. Hay necesidad de crear contenidos audiovisuales. Es una de las pocas cosas a las que yo le veo algún porvenir inmediato en España. Y desde luego, lamentablemente es cuestión de irse a otro sitio y esperar agazapado a que la situación mejore. Un buen divulgador se tiene que formar en el campo y empezar a escribir un blog aunque lo haga mal, porque luego lo irá mejorando.

 

Lorena Santos // Borja Garcia

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